Noah.
Tengo un déjà vu. Estamos agotados sin casi dormir y apenas y comer.
Parecemos zombis haciendo todo automáticamente tratando de mantener los ojos abiertos, tarea que casi me parece imposible, pero aun así pongo todo de mi, pero estoy a un paso de pegar una cinta a los parpados para que no se cierre.
Estos días son pesadísimos, había olvidado lo que es tener un recién nacido en casa, pero por suerte mis suegros y mis cuñadas nos apoyan con ellas brindándonos algo de tiempo para descansar, aunque sea un par de horas al día.
-¿Te gustó el nombre de Natalia?- pregunta Lucía mientras secamos, embadurnamos de crema y ponemos la pijama a nuestras hijas después de un delicioso baño.
-Sí mami. Mi hermana- responde Agnes mirando embelesada a Natalia, aunque la pregunta era para mí.
-Así es corazón- contesta Lucía acercándose besando su frente para después mirarme sonriente esperando a que yo responda y solo afirmo con la cabeza.
Un par de ocasiones tocamos el tema de los nombres y Lucía siempre mencionó el de Natalia, creo sabía sería niña porque nunca nombró uno masculino, no que yo recuerde. Y yo a decir verdad nunca me vino ninguno a la mente ya que como escogí el de Agnes, lo justo era que Lucía escogiera el de nuestro segundo hijo, además que eligió un nombre hermoso.
La recuperación de Lucía fue rápida. Con la alimentación de su madre y la ayuda que nos brindaron y la que pude brindar ya anda como si nada. A cada tanto me preocupo ya que me parece que fue extremadamente rápido en comparación con Kate, bueno con Kate no me involucré como con Lucía, pero por lo que pude notar, le costo bastante reponerse de un todo, entendible un parto no es cualquier cosa. Por suerte Lucía siempre me confirma que se encuentra bien y le creo, ya que la veo como si nada de aquí para allá.
-Tienes que comer más Lucía- reprende su madre que en todo el día no para de aparecerse con platos llenos de comida.
-Pero ya no tengo hambre- replica Lucía haciendo un mohín.
-¿Qué no ves que es para Natalia?- vuelve a regañar mi suegra mientras Lucía solo rueda los ojos y me observa como pidiendo ayuda, pero yo ni hago el intento de intervenir, estas mujeres son un caso y yo no quiero estar en medio de la contienda por lo que Lucía termina estirando el brazo tomando lo que le ofrece.
Mi familia vino a conocer a Natalia y Alek está más que fascinado, a tal grado que casi tenemos que obligarlo para que deje a Natalia en el colecho.
-Es que mira que preciosura- dice suspirando -Me recuerda a alguien- señala con la mirada a Agnes -solo que parece que ni hay bebé, es súper tranquila, no como alguien- replica sarcástico mirando de soslayo a Agnes y todos reímos.
-A mi Agnes no le estés levantando falsos- reprende Lucía mientras besa y apapucha a Agnes y esta solo se deja hacer riendo por las caricias que le brinda su madre.
A decir verdad cuando nos enteramos del embarazo llegué a pensar que habría un cambio en la relación de Lucía y Agnes, no porque no fuera a quererla, eso nunca, sino que al no ser, digamos, su hija de sangre, imaginé que el cariño disminuiría, pero no podría estar más equivocado, desde el día uno Agnes amó a su hermana y el cariño de Lucía hacía nuestra hija mayor no hizo más que incrementar.
Natalia es muy diferente a los días y noches que pasamos con Agnes, no sé si es por toda la ayuda que tenemos o porque ella es así, tranquila. Como sea soy feliz, muy feliz con mis tres mujeres.
-Gracias Lucía- expongo en la madrugada mientras la observo amamantar a Natalia y veo a Agnes que por fin, duerme entre ambos.
Estira el brazo libre ofreciéndome su mano la cual entrelazo con la mía con gusto y beso su dorso.
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Toda una vida. (Terminada).
RomanceNoah es un empresario multimillonario. Alto, guapo, atractivo. Sin líos o compromisos. Todo cambia poniendo su mundo patas arriba con la noticia de un antiguo amor y el encuentro fugaz con una chica que ¿empeorara o tal vez mejorará las cosas?