Despierto al lado de Lucía y Agnes. Mi mejor regalo.
-¡Feliz cumpleaños Noah!- Lucía se acerca para besarme, pero Agnes se interpone. Reímos, no sé a quien saco lo posesivo esta niña.
-Te amo- dice poniéndose de pie saliendo de la habitación y regresando con un pastel en sus manos cantando feliz cumpleaños.
-Pide un deseo- solicita
Miro a Agnes que pide los brazos de su mamá, después a Lucía que deja el pastel sobre el buró para tomarla en brazos y no sé qué pedir, lo tengo todo.
La mujer que amo me atrevería a decir que me ama mucho más que yo, ama a mi hija como si fuera suya, así que solo pido que esto dure mucho tiempo más.
Por la tarde Alek y Jonas me felicitan y Lucía nos invita a cenar para festejar.
Estoy fascinado viendo a las mujeres de mi vida y sé que estoy completo, hace poco más de un año conocía a Lucía y después llegó Agnes, al dos por uno. Que dichoso soy.
Tenemos que regresar a Berlín, no queremos, pero debemos. Lucía nos acompaña hasta el aeropuerto privado y e ideado un plan que hace días ronda en mente, pero no se lo contaré, quiero que sea sorpresa, aunque pensándolo bien no sé si la sorpresa será para mi, ya veremos.
Me despido de la mujer de mi vida prometiendo estar en contacto lo más que podamos, ambos estaremos absortos de trabajo, pero sabremos sobrellevarlo.
Antes de llegar a Berlín llegamos a la ciudad dónde creció Lucía y me dirijo con sus padres. Sé que les habló de mí, pero quiero presentarme formalmente con ellos. Nuestras culturas son muy distintas y tengo entendido que esto forma parte de la mexicana, así que allá voy. Mariana se fue un día antes y ella es quien me ayudará preparando el terreno, o al menos eso espero.
Tengo que decirlo: Mariana es peor que Lucía, Lucía por lo menos ignoraría mis nervios, pero Mariana no, casi se parte de risa en mi cara al verme al punto del colapso, ni cuando fue mi nombramiento como director estaba tan nervioso. Me sudan partes del cuerpo que se supone no deberían de sudar, siento los latidos en los oídos y parece que he perdido la capacidad de hablar.
Ingreso a su casa tomando asiento en la sala y nos quedamos en silencio viéndonos unos a otros y yo solo puedo dar tragos al agua que su madre amablemente me ofreció. Cuando ya me armo de valor y estoy a punto de hablar Mariana se me adelanta.
-¿Así que tú eres el novio de Lucía?- pregunta en tono serio, yo solo muevo la cabeza afirmando ¿qué no se supone que me ayudaría? -¿A qué te dedicas, cuántos años tienes? ¿Qué intenciones tienes con Lucía?- continua intimidante.
Ok, si estaba nervioso ahora estoy completamente seguro de que en cualquier momento me desmayaré, esto más que presentación parece un interrogatorio.
Pero sí Mariana ya medio sabe de mí, conoció a mi padre y a él abuelo ¿qué pretende? Doy un trago al agua y aclaro la garganta.
-Así es, soy el novio de Lucía- confirmo -Me llamo Noah Lehman el acabo de cumplir 36 años, soy alemán y director de una empresa automovilística y mis intenciones con Lucía son las mejores, no pretendo más que hacerla feliz, y si ella acepta en un futuro me gustaría que fuera mi esposa. Pero sepan que desde ya los considero a ustedes mi familia y pueden contar conmigo para lo que necesiten- parece que acabo de decir una letanía, pero no sé qué es lo que pretendan de mí, así que saco a relucir mis cualidades.
-Pues andamos necesitando un millón de pesos- esta es la hermana mayor de Lucía que no deja de mirarme con cara seria.
Sí es lo que requieren yo con gusto les apoyo. Pienso para mi.
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Toda una vida. (Terminada).
RomanceNoah es un empresario multimillonario. Alto, guapo, atractivo. Sin líos o compromisos. Todo cambia poniendo su mundo patas arriba con la noticia de un antiguo amor y el encuentro fugaz con una chica que ¿empeorara o tal vez mejorará las cosas?