Capítulo 38

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Charlo con mi padre y el abuelo, Alek también está ahí preguntando por Lucía, pero la conocen y saben que no podía hacerla cambiar de opinión. 

Mi madre se une a la charla por un momento y se marcha, está algo distraída esta noche.

-Sí quieres te puedes retirar, por mí no te preocupes, me quedo en buena compañía- Sylvie la está pasando mejor que yo platicando con mi familia y casi desde que llegamos charla amenamente con una chica.

-Le prometí a mi esposa quedarme hasta el final- repongo.

-Y ni sabes en la que se le arma si no acata órdenes- mofa Alek haciendo a todos soltar una carcajada.

En ese instante recibo una llamada de Lucía, apenas y pongo el celular en la oreja escucho gritos.

-Lucía ¿Qué pasa?- pregunto confundido llamando la atención de las personas que están a mi alrededor.

-¡Suelta ese celular maldita perra!- escucho decir a un hombre del otro lado que parece toma el celular.

-¡Noah, estamos en el evento cerca de los baños!- logra gritar Lucía para después cortarse la comunicación.

Voy corriendo allá y todos detrás de mí preguntando qué pasa, pero yo tampoco lo sé, solo sé que tengo que llegar a Lucía.

Ingresamos a ambos sanitarios sin encontrarla, salimos y estoy desesperado, hasta que ruidos al fondo llaman mi atención y nos dirigimos allá. Conforme nos acercamos gritos se hacen presentes y apresuro el paso.

Antes de llegar a la puerta un disparo nos alerta llevando a todos a cubrirse, unos se tiran al piso. Yo por mi parte avanzo con uno de los guardias de mi padre que trata de impedir que avance, pero lo retiro con la mirada, en este momento me importa una mierda mi seguridad necesito saber que Lucía está bien.

Desenfunda su arma y abre la puerta entrando detrás de él donde un tipo nos recibe dejando caer un arma y llevándose ambas manos a la cara. El guardia de mi padre llega hasta ahí donde patea el arma que está en el piso liándose a golpes con un par de tipos igual de robustos que él.

Giro la mirada a la izquierda y Lucía está tendida en el piso. A su lado mi madre gritándome, pero no sé lo que dice, solo veo que mueve los labios y Winnie que llora.

Tardo unos segundos en reaccionar mientras camino hacía donde se encuentra Lucía, es como sí todo corriera en cámara lenta hasta llegar a su sitio.

Todo mundo aparece y ahora son gritos por parte de mi madre, Alek y la seguridad de mi padre que somete a los tipos junto con el que tenía el arma.

Dejo caer las rodillas al lado de donde Lucía yace Sigue algo consciente y se queja. No suelta la mano de Winnie. 

La sostengo con mis brazos apoyando su cuerpo en mis piernas sintiendo la sangre chorrear entre mis dedos y su cara tiene varios golpes al igual que la de Winnie.

-Una ambulancia, por favor- pido con un hilo de voz esperando que alguien me halla escuchado.

-Resiste preciosa, resiste, no te duermas ¿vale?- proclamo -Winnie ¿estás bien?- solo asiente con la cabeza. Su maquillaje se ha corrido en toda la cara por las lágrimas y sostiene su vestido con la mano libre.

Thomás aparece cuestionando a Winnie confirmando que se encuentra bien y pide que ayude a Lucía. Solicitan la ambulancia que llega rápido y Thomás nos acompaña en el trayecto al hospital trabajando con los paramédicos que cortan el vestido y veo como sigue brotando sangre de la herida. Me piden que me retire un poco y me pesa demasiado al soltar su mano, pero soy consciente de que es por su bien. Colocan una gasa haciendo presión indicándome lo que le suministran a través del suero, solo confirmo con la cabeza, lo único que pido es que esté bien.

Toda una vida. (Terminada).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora