Capítulo 25

32 2 0
                                    

Despierto en un cuarto de hotel, ¿quién está a mi lado? No sé y la verdad ni me interesa, no me importa saber su nombre solo satisfacer mis deseos y quisiera decir que así fue, pero no, es en vano.

Ninguna logra que mi miembro se despierte con el simple hecho de mirarme. Ninguna me hace sentí como ella. Ninguna logra llenar ese vacío. Ninguna son sus manos pequeñas y frías, ni ningunos son sus hermosos ojos cafés.

Es como si estuviera poseído. Lo único que hago es pensar en Lucía, ni dormido deja de atormentarme.


Mi relación con Alek es pésima, nunca imaginé que estaríamos en una situación como esta.

-Ya sé que no me quieres ver o escuchar y mucho menos saber de Lucía, pero tienes que saber lo que realmente pasó - tomó asiento frente a mí.

No quiero más contiendas así que tomé con mis manos el celular que me ofrecía. Dudé y terminé tomándolo y di play.

Es una conversación de Lucía con Alek y Winnie, al parecer estaban algo tomados, Lucía un poco más, se escucha en su voz. Esa voz que vivo extrañando día a día.

-¿Entonces por qué estudiar fotografía a tus 31 años.... Casi 32?- Alek comienza la conversación.

-Aunque intenté no pude hacerlo antes.

-¿Por qué no pudiste antes?- Hubo un silencio por parte de los tres hasta que Lucía le respondió a Alek.

-Te lo diré Alek, al fin de cuentas ya no tengo nada que perder, pero Alek, esto se queda aquí ¿vale? Winnie es la única que sabe parte de la historia, ni siquiera mis hermanas lo saben y quiero que así siga, no es algo de lo que esté muy orgullosa que digamos.

-Me estas asustando mujer, pero claro, tienes mi palabra. No diré nada.

-Bueno aquí va, pero antes quiero que sepas que de todo lo vas a escuchar nada es para justificarme y mucho menos victimizarme, simplemente quiero que sepas todo el contexto ¿sí? Siempre quise aprender fotografía, pero al salir de prepa no sabía que estudiar, nos dejamos guiar por una carrera que nos de dinero porque tenemos que ser alguien en esta vida, así que decidí tomarme un año sabático para decidir, pero ese año se convirtieron en 4. Después mi hermana tuvo problemas financieros y decidí ayudarla, pero lo que no sabía era que a mí me costaría mucho más que a ella salir de ese bache. Así que el año sabático que ahora era de 4 se convirtieron en 9. De pronto me vi encerrada en una oficina 9 horas al día trabajando solo para pagar deudas. No niego que en este tiempo me di ciertos lujos acudí a festivales de música y me hice algunos tatuajes y cualquiera pensaría ¿por qué no ahorrar ese dinero para saldar deudas? Lo sé, pero ese dinero que gastaba no me servía ni para dar un pago semanal, sí, así de endeudada estaba. Un tiempo vendí chucherías, pero no era tanto el ingreso, intenté con comida y nada. Como sabes mis papás son algo mayores, el dinero se me iba en su tratamiento y las deudas. No quería que Mariana pasara por lo mismo que yo, así que hice todo para apoyarle en que continuara con sus estudios. Ni se imaginan lo orgullosa que se me sentí de ella cuando la vi presentando su examen profesional. Todos, absolutamente todos los sacrificios que hicimos valieron la pena. Mariana tardó algo de tiempo en conseguir empleo y algunas deudas se fueron acumulando............... Así que tomé una decisión que hacer tiempo rondaba en mi cabeza, el dinero no alcanzaba, el trabajo no me daba para hacer algo más y siempre estaba la frustración de aportar más en mi casa, mis padres y solo mi hermana Mariana y yo siendo sustento -Lucía sollozaba-. ¿Han vivido un día de mierda? De esos en que te levantas con el pie izquierdo, pisas excremento, en el trabajo no das una, esos días en que dices: solo falta que un perro me orine, pues así eran tooodos mis días. Recuerdo un día que había un indigente en silla de ruedas comiendo un pollo en una esquina y yo ahí sin más que para el camión y sin poderle comprar un refresco, lloré tanto por no tener ni un peso para darle- Lucía tomó aire para no desfallecer y yo sentía como mi pecho se oprimía – Tenía todo planeado, pagaría mis deudas, ayudaría más económicamente en casa, podríamos hasta poner un pequeño negocio y ayudarnos de ahí, Mariana podría ir a hacer su maestría, una parte para Gris y tal vez finalmente podría estudiar fotografía. Anteriormente laboré unos meses en una empresa de la cual el dueño venía de una de las familias ricas de la ciudad, así que él fue mi contacto, puse en venta lo único valioso que tenía, bueno no es que nunca lo haya intentado, oportunidades hubo, pero simplemente, digamos que no apareció la persona correcta y para serles sincera pensé que nunca llegaría– Estaba imaginando la escena de esa platica y podía sentir que de los ojos de Lucía brotaban lágrimas, no se escuchaba su llanto, pero sí, estaba llorando y la verdad es que yo también -Exámenes para mayor seguridad y solo él, la persona que nos contactó y yo lo sabríamos. Acordamos un hotel en otra ciudad, no fue nada traumático, él se portó bien, cuando todo terminó me fui a otra habitación, me sentía mal, no físicamente, pero si emocional, yo lo había decidido así y temporalmente estaría bien. Anteriormente me había terapeado, pero nada sirvió en ese momento. Solo deseaba que alguna de mis hermanas o mi mamá o quien fuera estuviera ahí abrazándome, no iba a ser así, yo había decidido todo esto y yo sola era quien tendría que levantarse y afrontarlo.

Toda una vida. (Terminada).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora