Esa misma noche nos escapamos a Valle de Bravo, ahí tendremos más privacidad y podremos hablar de todo, claro, lo menos que quiero es hablar con Noah, lo que quiero son otras muchas cosas de él, pero sí quiero tener todo eso debemos de dejar todo en claro.
Llegando a la cabaña me aprisionó haciéndome el amor incrementando la necesidad de el uno por el otro que no saciamos hasta entrada la madrugada cayendo rendidos.
Noah duerme plácidamente y como es algo temprano decido aprovechar que estoy aquí y voy a tomar unas cuantas fotos. El lugar es precioso y aunque me gustaría que Noah me acompañará necesita descansar y dormir, me imagino que pronto tendrá que regresar a Alemania y no habrá tiempo.
Le dejo una nota por si despierta antes de que regrese y fue una excelente idea, ya que como siempre me tardé más de lo que había dicho.
Ingreso a la cabaña recibiéndome un Noah recién bañado que habla por teléfono con Alek.
Se ve tan guapo caminando hacía mi rodeando mi cintura regalándome un beso en la sien.
Jonás afortunadamente se encuentra mucho mejor y Alek pide lo mismo que Noah y yo queremos. Paz y una oportunidad juntos, así que nos preparamos una cena romántica mientras el cocina yo improviso una pequeña mesa con velas a la orilla del lago
-Agnes se ve mucho mejor ¿está comiendo bien?- pregunto
-Sí, tal cual su mamá nos enseñó-. Sonrío cómo tonta, creo también lo hago cuando Agnes me llama mamá, escucharlo de ese pequeñito ser es celestial. La primera vez que lo dijo lloré de la emoción. Sí, Agnes es mi hija.
-Lucía, yo quiero estar contigo y Agnes, bueno ya sabes su postura.
-Yo también quiero estar con ustedes, pero....
-No me importa lo que haya pasado antes, sí eso te trajo hasta nosotros estoy agradecido, sí quieres hablar del tema por mi está bien y si quieres enterrarlo, por mi está perfecto, pero que sepas que de mí nunca saldrá ni una palabra sobre este tema, respetaré completamente tu decisión.
Le conté todo a Noah, no me guardé nada para mí. No más secretos. Me sentí libre por primera vez en mucho tiempo y la culpa desapareció por completo.
No me juzgó ni sintió lastima, podía ver en su mirada el mismo dolor que alguna vez sentí, pero fue solo por un momento, ahora yo estoy bien. Él había sido mi salvador y apenas se estaba enterando. Las lágrimas derramadas en esta ocasión ya no fueron de dolor sino de liberación, agradecimiento y felicidad.
-Comenzaré un proyecto con Santiago, tenemos contemplado terminarlo en un par de meses, ¿puedes esperar?
-El tiempo que sea necesario- confirmo -A este tal Santiago le gustas ¿sabes?
-Sí
-¿Sí? Y lo dices tan tranquila- inquiere algo molesto.
-Sí, porque él a mí no, a mí me gusta un güero que estoy viendo- me pongo en pie apoyándome en la mesa para besarlo. Puedo sentir la comisura de sus labios formando una sonrisa que desaparece casi inmediatamente.
-¿Solo un par de meses?- inquiere
-Y unas semanas, quiero continuar preparándome y no sé cuándo esté de regreso, así que pasaré un tiempo con mi familia antes dé. Además sí se llega a presentar una oportunidad de trabajo aquí o dónde sea la tomaré- levanto la mirada para ver su expresión por lo que acabo de decir, pero no se inmutó.
Noah nunca cortaría mis alas, al contrario, me apoyaría; cuando fue lo del accidente de Jonas y Agnes, Mariana me comentó que había ido a buscarme, sé que no se atrevería a limitarme además que yo nunca lo permitiría.
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Toda una vida. (Terminada).
RomanceNoah es un empresario multimillonario. Alto, guapo, atractivo. Sin líos o compromisos. Todo cambia poniendo su mundo patas arriba con la noticia de un antiguo amor y el encuentro fugaz con una chica que ¿empeorara o tal vez mejorará las cosas?