1. To the moon, and back

Capítulo 72

Al escuchar su voz Natalia rápidamente se seca las lágrimas mientras Christian lo saluda alzando su mano. Christopher observa a Poncho desde la puerta mientras avanza hasta la cama que ocupa Natalia, saludándola con un beso en la frente.

- ¿Qué tal estás?; pregunta Ucker a su novia.

- Bien, cansada... Creo que voy a dormir un rato; miente Natalia sin ganas de hablar con él.

- Sí, es lo mejor; responde Christopher.

- Sí, yo también lo creo. Será mejor que nos salgamos para que descanse; comenta Christian mientras le dedica una tierna sonrisa a su amiga.

Los jóvenes salen de la habitación mientras las lágrimas vuelven a recorrer el rostro de Natalia. Al otro lado de la cortina, Poncho abre los ojos, aún asombrado por todo lo ocurrido en el cuarto durante los últimos minutos... Mientras, Ucker y Chris pasean por los jardines que bordean el hospital.

- ¿Qué tal estás?; le pregunta Christian intentando iniciar una conversación.

- Bien, por suerte Naty ya está mejor; responde Ucker.

- Sí, menos mal... Por cierto, vi las fotos de los premios. ¿Qué tal están los chavos?; pregunta Chris sin dilatar más el momento.

- Bien, como siempre...; esquiva nervioso la pregunta.

- Pero cuéntame, ¿no has hablado con ellos?; insiste el pollito.

- Sí, pero están como siempre. Cada uno con sus rollos, ¿qué quieres que te diga?; lo cuestiona Ucker.

- ¿Pues que te fuiste a casa de Dul, por ejemplo?; lo mira serio Christian.

- Bueno sí, nos fuimos los cuatro. ¿Sabías que Annie y Dul son vecinas?; le comenta Ucker intentando salirse por la tangente.

- No, no sabía... ¿Y qué hicieron?; lo cuestiona Christian de nuevo.

- ¡Ay ya Chris! ¿Qué te pasa? ¿Estás de detective o qué?; pregunta Christopher sin entender la situación.

- ¿Que qué me pasa? ¿Cuándo me vas a decir lo que ocurrió con Dul?; lo ataca Christian furioso.

Christopher lo mira asombrado, sin saber qué responder ante tal pregunta. ¿Cómo se había enterado? ¿Quién se lo había dicho? ¿Se lo comentará a Natalia? Mil y una preguntas atormentaban al joven mientras que de su boca eran incapaces de salir las primeras palabras.