1. To the moon, and back

Capítulo 139

Mientras Anahí perseguía a Dulce, en la sala de prensa…

- ¿Qué les ocurre?; pregunta Natalia desconcertada.

- No sé, voy a ver…; corre Christopher en la misma dirección.

Bajo unas escaleras, Annie consolaba a su amiga.

- Me dejas solo con ella, por favor…; implora Uckermann.

- No, claro que no; responde la güera sin mirarle a la cara.

- Annie, por favor…; suplica nuevamente el joven.

- Ni Annie, ni nada. Dijiste que la ibas a dejar cuando estuviese recuperada. Si ya está trabajando se supone que lo está, ¿no? Y esa es otra, ¿qué hace ella aquí?; le grita su compañera de banda.

- No es tan fácil… Y está aquí porque la mandó su jefa, ¿qué podía hacer yo?; suspira el chico.

- ¿No es fácil? Si de verdad la quisieras lo harías por mucho que te costase. No pensaba que eras así, de verdad…; alza nuevamente la voz Anahí.

- ¿Pero cómo puedes pensar que no la quiero?; es ahora Christopher el que sube su tono de voz.

- ¡Hola, yo también estoy aquí!; se hace oír Dulce.

- Pues escúchame, todo tiene una explicación…; suplica el muchacho.

- Okey, dámela, quiero oírla; acepta la pelirroja entre lágrimas.

- Annie, te puedes ir un momento…; le pide Uckermann.

- Ella se queda; sentencia Dulce mientras la agarra del brazo.

- Está bien… El mismo día que salió de la clínica pensé en cómo decírselo. No podíamos ir peleados en el avión, así que decidí que sería mejor cuando llegásemos a México, pero la llamaron para encargarle este reportaje, y sería demasiado incómoda la situación. Dame un solo día, por favor…; ruega Christopher.

- Ahá… Y si yo llegase a caer en tus jueguecitos durante la comida, ¿no piensas que sería incómodo besarte conmigo en el hotel y luego con ella en la sala de prensa?; lo ataca Dulce.

- Perdóname, por favor; suplica Ucker mientras se agacha para agarrar su rostro.

- ¡Vete ya!; le grita la pelirroja.

- Sí, me voy. Si quieres que todo se arregle hoy, se arreglará hoy. Seré un necio, pero soy el necio que más te quiere; se aleja Christopher, no sin antes plantarle el beso que los dos necesitaban.