Prácticamente a mediodía la joven pelirroja abre de nuevo sus ojos, para ver que frente a ella otros la miran fijamente tras una sonrisa que lo decía todo.
- Buenos días…; remolonea Dulce aún adormilada.
- Buenos días mi koala…; la saluda Christopher apartando tiernamente el pelo de su cara.
- Ven…; tira la muchacha de él para darle un dulce beso.
- Chsss… Primero tenemos un asuntito que aclarar, la tregua ya se ha terminado; la frena Ucker.
- Uno chiquito…; pide la joven haciendo unos pucheritos a los que el chico no se puede resitir.
- ¿Y ahora me vas a decir?; la mira serio el muchacho.
- Okey, está bien. Hace unas semanas, después de la canción en el balcón…; comienza a relatar Dulce, relato que se ve interrumpido por la fortuita entrada de Maite en la habitación.
- ¿Podías tocar la puerta no?; la regaña sonriente Christopher.
- Sí, perdón. Dul, puedes salir…; le pide la muchacha.
- Mai, ¿qué ocurre?; pregunta la pelirroja sin entender el nerviosismo de su amiga.
- Es que Annie aún está dormida, y como me desperté temprano ya recogí todo, y pues como me aburría decidí irme a mi casa. Y cuando estaba abriendo la puerta me encontré con alguien que te quiere ver…; comenta Maite.
- ¿Quién?; pregunta Dulce.
- Es mejor que vengas a la entrada; pide nuevamente la chica.
- Ay ya, no seas intensa, ¿quién es?; la vuelve a cuestionar la pelirroja.
- Este…; titubea Mai.
- ¡Ya, dime!; pide Dulce alzando la voz.
- Este… La mamá de Rodrigo; comenta rápidamente la joven.
- ¿Qué? ¿Ha ocurrido algo malo?; se pregunta Dul mientras corre rápidamente a la entrada.
Detrás de ella se levanta Christopher, con el rostro desencajado mientras se viste rápidamente. A los pocos segundos ya se encontraba en la entrada, y pocos segundos después, en la calle. Maite lo perseguía a pocos metros, intentando dar las explicaciones que Dulce no le había podido dar. Sin embargo, el joven había sido más rápido y con un acelerón se alejaba del lugar. Maite no lo dudó, y lo siguió en su coche.
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1. To the moon, and back
FanfictionHacía años que Christopher y Dulce se habían dicho adiós por última vez, y al parecer ya nada quedaba de ese amor que un día los unió. Al parecer, porque el destino es caprichoso y no deja cabos sueltos... Al fin y al cabo, dicen que uno siempre vue...