Anahí empuja la silla de ruedas en la que va Poncho, y a su lado camina Ruth con alguna que otra bolsa. Las acompaña Dulce, quien cada dos por tres se gira, echando miradas furtivas a un cuerpo que camina en otra dirección... Al otro lado del parking Guillermo acompaña a su hija, todavía dolorida, mientras Christopher carga con los enseres de su aún novia. Sus pies caminan en el mismo sentido que ellos, pero su corazón hace tiempo que se fue por el contrario...
Entre las tres mujeres sientan a Poncho en el asiento delantero del auto conducido por Dulce, quien permanece en su mundo y en sus pensamientos durante todo el viaje... Al fin llegan al departamento de su amigo, despidiéndose tras dejar todo en su lugar, regresando nuevamente al coche en dirección a su edificio.
- Dul, ¿qué ocurre?; le pregunta su amiga.
- ¿Qué?; responde la pelirroja desconcertada.
- Se desaparecen durante un buen rato, esa despedida tan poco discreta, y luego todo el camino en tu mundo y con esa carita de princesa triste...; se explica Anahí.
- Nada... No sé...; suspira Dulce.
- ¡Nada no! El bebé me encargó que te cuidara, y es lo que intento hacer...; le sonríe Annie sabiendo que eso la animaría.
- ¿Te pidió eso?; pregunta Dul a través de una tierna sonrisa, la primera después de aquella despedida.
- Sí... Lo conozco y te quiere, pero dale tiempo; le aconseja su amiga.
- ¿Pero cuánto, cuánto tiempo necesita? Yo ya no aguanto más...; grita Dulce desesperada, golpeando el volante que agarraba.
- Poco, hasta que Natalia se recupere... ¿Qué te parece si hacemos hoy la mudanza y así nos distraemos un rato?; propone Annie.
- Sí, como tú quieras...; acepta Dul.
- En cuanto lleguemos... ¡manos a la obra!; la intenta alegrar la chica.
- Soy muy mala amiga...; suspira la pelirroja.
- ¿Por qué dices eso?; pregunta Anahí sorprendida.
- Porque tú te tienes que comer todos mis problemas y yo ni te pregunto por ti... ¿Qué tal llevas lo de Manuel? ¿Has tomado alguna decisión?; la cuestiona Dulce.
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1. To the moon, and back
FanfictionHacía años que Christopher y Dulce se habían dicho adiós por última vez, y al parecer ya nada quedaba de ese amor que un día los unió. Al parecer, porque el destino es caprichoso y no deja cabos sueltos... Al fin y al cabo, dicen que uno siempre vue...