Ya envuelta en una toalla que poco o nada dejaba a la imaginación, Dulce, nerviosa, intentaba no enfrentarse a la situación que tanto le aterraba…
- Ya has entrado, ya has conseguido lo que querías. ¿Ahora te puedes ir?; dice la muchacha enfadada.
- Dul, tú no eres así… Déjame explicarte; la rebate Christopher de manera serena.
- No soy así, pero me haces ser así. Creo que en la nota que me dejaste está todo muy clarito; se enerva más y más la joven.
- Te escribí eso porque me tenía que ir rápido, es que a Natalia…; se intenta explicar Ucker.
- No me tienes que dar ninguna explicación, ya entendí todo. Ahora vete con tu noviecita, por favor…; lo invita a salir nuevamente la pelirroja.
- Creo que más bien no entendiste nada…; le dice Christopher mientras se acerca poco a poco.
- ¿Qué haces?; le reprocha Dulce soltándose de sus manos.
- Escúchame por favor…; suplica Ucker mientras la agarra por la cintura.
- ¡Suéltame de una vez!; le grita Dulce intentando escabullirse de sus brazos.
- ¿Me vas a obligar de nuevo a quedarme con tu toalla?; la amenaza Christopher, sin poder evitar entrar nuevamente en ese juego de seducción tan natural en ellos dos…
- Ni se te ocurra…; le reprocha la chica mientras corre y se encierra en su habitación, aunque Ucker es más rápido y se cuela en aquel cuarto antes de que a Dul le dé tiempo de cerrar la puerta.
Christopher se sienta en el sofá en el que aún reposaba el teléfono de la joven, y por lo que se ve, no tenía ninguna intención de marcharse.
- ¿Puedes salir un momento? Quiero ponerme el pijama; lo mira fijamente la pelirroja.
- Sé que si me salgo no me vas a dejar entrar, y me tienes que escuchar…; se niega el joven a cumplir con la petición de la muchacha.
- ¿Por qué no me dejas en paz?; le grita Dulce desesperada.
- Porque no puedo…; le responde Christopher de manera instintiva.
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1. To the moon, and back
FanficHacía años que Christopher y Dulce se habían dicho adiós por última vez, y al parecer ya nada quedaba de ese amor que un día los unió. Al parecer, porque el destino es caprichoso y no deja cabos sueltos... Al fin y al cabo, dicen que uno siempre vue...