Capítulo 78

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De regreso al hospital, las jóvenes se encuentran con la mamá de Poncho en una de las máquinas de café.

- Ruth, ¿te importa que hoy me quede yo a dormir con Poncho? Es que mañana tengo cosas que hacer y no sé si podré...; se explica Dulce.

- Claro princesa, ¿cómo me va a importar con todo lo que están haciendo por mí?; acepta la señora mientras se dirige al baño.

- ¿Y tú qué tienes que hacer mañana?; le pregunta Annie desconcertada.

- Cállate. Nada, no tengo nada que hacer, pero hoy se queda la hermana de Natalia y mañana Christopher, como comprenderás...; le susurra la pelirroja.

- Ah... Ya me parecía a mí que por algo era; sonríe Anahí.

Las horas pasan y los familiares se despiden los unos de los otros. Finalmente, la habitación se sume en un silencio que hacía horas no se escuchaba. Poncho veía un documental en la televisión, Natalia se entretenía con una sopa de letras, mientras Dulce retwitteaba y retwitteaba y Artemisa devoraba uno de sus libros. El silencio terminó cuando la puerta nuevamente se volvió abrir. Era Christopher, otra vez.

- ¿Qué haces aquí mi amor?; pregunta Natalia confusa.

- Quería quedarme un rato más...; se explica Christopher.

- Ay, qué lindo; comenta Artemisa mientras Natalia besa a su novio y éste mira a la pelirroja que tiene enfrente, quien no se inmuta, por lo menos de puertas para fuera.

La hora de cenar se acercaba y un enfermero trajo sendas bandejas a los pacientes. En ello andaban cuando el teléfono de Artemisa comienza a sonar. Tras unos minutos de conversación en el pasillo, regresa al cuarto con una pregunta en sus labios:

- Chris... ¿Te importa quedarte esta noche en el hospital? Es que me ha surgido un contratiempo y me tengo que marchar; se explica la hermana.

- Sí, claro, no te preocupes; responde sonriente Christopher. Al escuchar su respuesta, la cara de Dulce se convirtió en un auténtico poema...

1. To the moon, and backDonde viven las historias. Descúbrelo ahora