Capítulo 126

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Las horas pasaron como segundos, sobre todo para dos de ellos, quienes en la tregua que se habían prometido para esa noche, se perdían bajo la manta que compartían. Dulce, retraída, apenas se movía, pero se dejaba querer… Entre sus piernas la acogía Christopher, quien se debatía entre lo que sentía y las dudas que aún perturbaban su mente. Sus sentimientos contradictorios seguían en él, pero los momentos que recordaba cada vez que una nueva imagen se veía en la pantalla lo hacían olvidarse de todo y simplemente se dejaba llevar. Entrelazó sus manos con las de Dulce, dándose cuenta que ninguno de los dos se había quitado el anillo con el que se habían prometido amor eterno. Sus fotos, las de ellos dos, también pasaban, y eran esos los momentos en los que Christopher aprovechaba para acercarla a su cuerpo, para acurrucarla en su pecho, abrazándola bien fuerte, llegando a besar su cuello en alguna que otra ocasión mientras sentía cómo Dulce se estremecía bajo aquella manta que empezaba a sobrar...

Habían pasado varios minutos sin que la joven pelirroja apostillase algo sobre las imágenes que se deslizaban por aquella pantalla, y apenas un movimiento de la muchacha hizo que Ucker fuese el primero en percatarse de la situación:

- Sssh… Parece que alguien ha caído rendida; anuncia a sus compañeros mientras la mira y sonríe como tonto.

- La verdad es que ya es bastante tarde…; comenta Annie estirando su cuerpo.

- Aguántale la cabeza Mai; le pide Christopher mientras se levanta intentando no despertarla. Ya de pie, la carga en sus brazos y se dirige a su habitación, esa que ya conocía a la perfección.

- Nosotros será mejor que nos vayamos; anuncia Poncho.

- Si chiquitas, tenemos que repetir esto nuevamente; se despide Christian con un beso.

Cuando los jóvenes se marchan, Anahí y Maite deciden que será mejor recoger al día siguiente…

- ¿No esperamos a despedir a Chris?; pregunta Annie mientras Mai se dirigía al cuarto de invitados.

- Creo que no habrá nadie al que despedir. ¿No has visto cómo estaban?; le sonríe Maite.

- Ay el amor… ¡Buenas noches Mai!; suspira la güera mientras se despide de su amiga.

1. To the moon, and backDonde viven las historias. Descúbrelo ahora