Capítulo 54

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Un nuevo enfermero los guía hasta la camilla en la que se encuentra Poncho.

- Por favor, sean breves. El paciente está sedado y necesita descansar; explica el chico.

- Sí, muchas gracias; comenta Annie sin apartar la vista de su amigo.

Tras unos segundos junto a Poncho, de nuevo regresa el trabajador para avisarles de que su tiempo en la sala se había terminado. Mientras se dirigen a la puerta de salida, Christopher se acerca a otra de las camillas, dando un beso en la frente de la persona que allí se encuentra. Anahí, curiosa, observa el momento tras la espalda del chico:

- ¿Natalia? ¿Por eso te fuiste así de lo de Dul?; pregunta la joven sorprendida.

- Shhh, no hables tan alto, está dormida... Un borracho la atropelló cuando regresaba a casa, es lo que intentaba decirles. Espero que ahora me permitas explicárselo a Dul. Se lo merece, ¿no?; la cuestiona Christopher.

- Sí, supongo que sí... ¿Te quedas hoy en el hospital?; le pregunta Anahí.

- No, se quiere quedar su padre con ella; explica Ucker.

- Ah, no sabía que su padre estaba aquí... ¿Y tú cómo vas a resolver esta situación?; le pregunta Annie a su bebé.

- No sé, estoy hecho un lío. Lo de ayer con Dul fue..., fue increíble, mágico, como si no hubiera pasado el tiempo, pero el tiempo sí ha pasado...; se intenta explicar Ucker mientras lanza una mirada compasiva hacia el cuerpo inmóvil de su novia.

- ¿Pero aún aquí? No tienen respeto por nada ni por nadie. Salgan de la unidad y no vuelvan a postrar un pie aquí; los echa el enfermero realmente molesto.

Al mismo tiempo que los jóvenes avanzan hacia la puerta que los llevará de nuevo al pasillo del hospital, en una de las camillas un par de ojos se abren mientras una lágrima recorre un triste y pecoso rostro invadido por la decepción.

1. To the moon, and backDonde viven las historias. Descúbrelo ahora