Capítulo 91

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Habían pasado varias semanas en las que Christopher y Dulce se dedicaron a aprovechar cualquier distracción en aquel hospital para hacerse arrumacos a escondidas, robarse besos en todas las esquinas y perderse en los ojos del otro mientras los demás se perdían en sus conversaciones banales.

Hoy, por fin, era el día en el que tanto Poncho como Natalia dejaban su habitación para continuar la recuperación en sus casas. Para todos era un día feliz, para todos si no tenemos en cuenta las falsas sonrisas que se desprendían de los rostros de nuestros protagonistas.

- «Sal de la habitación, invéntate cualquier excusa»; lee Ucker en su teléfono al mismo tiempo que Dul sale del cuarto simulando atender una llamada.

- Me ha mandado un mensaje el productor, le tengo que llamar…; se excusa el joven mientras sigue el mismo camino tomado por su novia pelirroja, quien lo espera ansiosa en el pasillo.

- ¿Qué ocurre? Me estás asustando…; pregunta Christopher realmente preocupado.

- Ven, sígueme…; se adelanta Dulce mientras abre la puerta de un pequeño cuartito situado al final del pasillo.

- ¿Y esto?; pregunta el muchacho sin comprender lo que estaba ocurriendo.

- Digamos que le cambié a uno de los enfermeros la llave del cuarto de la limpieza por varios autógrafos, fotos, algún que otro beso…; se ríe la chica mientras cierra la puerta con llave para que nadie los moleste.

- ¿Algún que otro beso?; la cuestiona Ucker tras una mirada suspicaz.

- Es que últimamente no me dan muchos…; responde la joven mientras se muerde el labio inferior.

- Eso tiene fácil solución…; la calla Christopher mientras la llena de unos besos que terminan transformándose en un tierno abrazo.

- Te echaré de menos…; suspira Dul sin escapar de sus brazos.

- Te quiero; la abraza Ucker aún más fuerte.

Dulce no responde, el escalofrío que recorre su cuerpo lo hace por ella.

1. To the moon, and backDonde viven las historias. Descúbrelo ahora