1. To the moon, and back

Capítulo 113

Las jóvenes siguieron en silencio en aquel auto hasta llegar a su departamento. Ante aquella situación, Anahí conocía a su amiga y sabía que lo mejor era dejarla sola, por lo que se fue a su cuarto mientras Dulce se tumbó, pensativa, en uno de los sofás de aquel salón.

Poco duraron sus reflexiones, ya que decidió agarrar una de sus guitarras y salir hacia el balcón desde el que semanas atrás Annie le había llamado la atención. Eran los peores momentos de su vida los que realmente despertaban su inspiración, y hoy era uno de esos malos días…

- «Sigo dibujando en la pared, los signos que me ayuden a entender, cómo fue que te llegué a perder… Descifrando cada amanecer, qué nos sucedió la última vez, cómo hacer para volverte a ver…»; son las primeras palabras que salen de boca de Dulce.

- «Me quedé en un suspiro, que me ahoga mis sentidos, me quedé sin esperanzas, y un enjambre de palabras… En medio de esta oscuridad, no encuentro una salida. En medio de esta oscuridad, sigo pensando en ti»; eran éstas las letras que resonaban en aquel balcón, mientras que todos y cada uno de los momentos vividos con Christopher durante las últimas semanas volvían a su mente como fotogramas de películas que pasaban una y otra vez.

- «Sigo recorriendo el corazón, para ver qué encuentro en mi interior, cómo fue que todo se acabó… Sigo escapando cada madrugada, buscando recuerdos desde la ventana… Sigo girando alrededor de ti, pensando en ti…»; letras y melodías desordenadas se juntan para relatar el momento que está viviendo y, como siempre, para dar vida a una nueva canción.

Perdida en sus recuerdos se encontraba cuando la puerta situada detrás de ella se abre de golpe.

- ¡Dul! Me acaba de escribir Christopher…; le anuncia Annie.

- ¿Y qué te dijo?; pregunta la muchacha con la mirada esperanzada.

- No sé, aún no lo he abierto…; le informa la joven.

Dulce, sin dudarlo, le arrebata el teléfono de sus manos, observando nerviosa el parpadeante sobre que le anunciaba un nuevo mensaje en una conocida red social. Tras unos segundos de incertidumbre, las lágrimas caen nuevamente por el rostro de la pelirroja.

- Mi amor, ¿qué ocurre? ¿Qué dice?; pregunta Annie preocupada.

Su amiga no responde, únicamente le entrega su celular para que sea ella misma la que lo compruebe.