Bring Me To Life

Capitulo.23.

Tana se había levantado temprano para prepararlo todo. No estaba mal ¿no? Sabía que su amiga Emma gustaba de Draken. Pero este chico siempre fue un buen amigo, y sin lugar a dudas uno de sus primeros amores. No podía simplemente ignorarlo cuando él más la necesitaba. Oh bueno... En realidad necesitaba de sus seres queridos, y ella quería incluirse en ese grupo.
Había preparado un pequeño bento con lo que encontró en casa. Se esforzó ya que la cocina no era precisamente su fuerte. En cuanto estuvo listo salió de casa. Para ese momento ya no había nadie. Incluso su hermano había salido a saber qué.
Se subió a su bicicleta y al rato llego al hospital. Camino con calma por los pasillos hasta llegar con su amigo. Dio un par de toques a la puerta y después de un adelante...
- ¿Servicio a domicilio?- Dijo sonriendo y enseñando el bento.- ¿Qué tal te sientes?
- Un poco mejor.- Admitió el rubio.- Puedo saber que tienes en esa cabezota de enana. ¡¿Cómo se te ocurre meterte en la pelea?!
- No me regañes tú también...- Respondió la chica avergonzada.- Lo haría de nuevo si fuera necesario. Eres importante para mí. No iba a dejarte solo.- Al darse cuenta de sus palabras se sonrojo un poco.- Mira traje un bento. Sé que la comida del hospital es horrible. Así que peor que la mía no será.- Dijo riendo un poco para ponerse de pie y huir de allí.- Ahorita regreso. Disfrútalo.
- Tana...- Lo escucho hablar. Pero ya se había ido.
Corrió hasta la azotea. Necesitaba aire. Para su sorpresa alguien ya ocupaba aquella área. Pensó que dormía. Pero no.
- ¿Tana-chan? Buenos días.
- Bueno días Mikey.- Respondió ella sentándose a su lado.- Pensé que estaba dormido.
- No he podido dormir.- Respondió él.- Son demasiadas cosas. Pero...- Guardo silencio un momento.- Quería preguntarte... ¿Eres amiga de Veky?
-¿Vicky?- Pregunto ella extrañada. Le había cambiado el nombre.- Si. Es una amiga de la escuela.
- Me encantaría volver a verla.- Admitió alegre. Tana sonrió. Parece que tendría que hablar con su amiga más tarde.
- Veré qué puedo hacer por ti.- Respondió ella alegre.
- Ah...por cierto... Kenchin quería que te regañara por lo de meterte en una pelea ajena.- Dijo él como si no fuera la gran cosa.
- Si...ya me regaño y hablamos de ello.- Respondio Tana bajando la mirada.- No pueden pretender que los vea mal heridos y no ayude.
- Estuvistes genial.- Admitió el mayor para luego hablar más serio.- Pero nos preocupantes a todos. Especialmente a Kenchin. Y creo que no te gusta preocupar lo. ¿O si?
- De que hablas enano. ¿¡Tú también?!- El chico sonrio como si hubiera hecho una travesura y se acostó en la azotea.- No te vayas a dormir.
Muy tarde. Ya se había dormido.

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