Capítulo. 4.

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Los tres jóvenes regresaron a paso lento a la playa. Aitana tenía varias heridas. No recordaba haber estado en una pelea así antes. Pero no se arrepentía. Después de todo su hermano sin decir nada se había ofrecido a llevarla en su espalda.
En cuanto llegaron los otros chicos vieron lo golpeados que estaban y que la motoneta no habia regresado.

- ¿Qué paso?- Pregunto uno de los tatuados.

- Solo algunos contratiempos.- Respondió Mikey.- Por cierto...- Dijo mirando a la chica en la espalda de Baji.- Peleas bien y eres muy valiente... ¿Quieres...

- No. - Respondió Baji anticipando la pregunta de su amigo. - No dejaré que mi hermana se meta en peleas. - Dijo con firmeza. Luego justifico mirando a otro lado.- Mi madre me mataría.

Aitana sonrió un poco. Para luego al escuchar el grito de todos los chicos presentes y reír a carcajadas.

- ¡¿Hermana?!

- Me llamo Aitana. Mucho gusto.- Dijo sonriendo.

- ¿Eres chica?- Pregunto el que tenía un tatuaje de tigre.

- Si... ¿Qué tiene?

- No...nada... Es decir... Las chicas casi siempre tienen el cabello largo...y bueno...- Intentaba justificarse.

- Hacia mucho que no veia el mar- Comento la chica ignorando los comentarios sin sentido.- Kei ¿me bajas? Quiero nadar un poco.

Keisuke la dejo en la arena algo dudoso.

- No deberías meterte...- Comento otro de los chicos.

- Las heridas te dolerán más.- Le respondió su hermano.

- También curan más rápido... - Respondió mientras corría al mar. - ¡Además si no es a nadar a que vinimos!

En pocos minutos los otros chicos la siguieron. Así Aitana ganó nuevos amigos, y un hermano mayor.

- Kei...- Llamo a su hermano cuando estaban apunto de subir a casa.- No te preocupes ma.. tu mamá no se dará cuenta, y no diré nada.

- Creo que mamá dijo que podías llamarla madre...- Dijo Keisuke caminando hacia el apartamento.

- Si pero eso te haría mi hermano...- Keisuke miro a su espalda sin entender.- Pensé que no querías hermanas.

El chico levantó los hombros quitándole importancia. Ambos comenzaron a subir las escaleras.

- Pensaba que eras como otras niñas lloronas. - Respondió él. - Pero peleastes junto conmigo y Mikey. No pensé que me seguirías.

- Quería hacerte compañía.- Admitió Aitana.- Este es un lugar raro para mí...- Dijo ella mirando el sol en el horizonte. Keisuke se detuvo a verla también.- Para todo lo que ha pasado... Estoy feliz de tener una nueva familia y un hermano.

El chico se acercó y choco su puño en el hombro de ella.

- ¡¿Eh?!

- ¡Seamos hermanos entonces!

- ¡Si!- Respondió Aitana sonriendo y enseñando su meñique.- ¿Lo prometemos? Ser hermanos para siempre.

El chico la miró extrañado pero acepto. Desde ese día Keisuke y Aitana se convirtieron en hermanos, aún cuando no compartían sangre o apellido.

- Por cierto... ¿Por qué tienes el cabello corto?- Pregunto Keisuke desinteresadamente mientras seguía el camino hacia su casa, ahora con su nueva hermana.

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Cuídense mucho. Hasta pronto.

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