¡Al fin noche buena! Todo estaba listo. El arbolito. La comida. Su invitado llegaría pronto. Pero para desgracia de Tana no había conseguido un regalo para él.
- Esa cara larga.- Dijo Baji escudriñando entre las cosas de su hermana.- Pensé que esperabas mucho el día de hoy.
- Eh...si...pero... ¿Qué buscas?
- Algún moño, liga o lo que sea.
- Ya sé porque desaparecen las mías.- Dijo la chica levantándose a buscar donde guardaba sus accesorios.
- Ah...no...nada que ver conmigo.- Dijo el chico burlón.- Se las suele robar un fantasma de pelo largo.
- Jaja...gracioso.- Respondió ella con ironía.- También te ves raro. ¿Pasa algo?- Dijo ella mosntrandole varias ligas.
- Yo pregunte primero.- Dijo para elegir una.
- Pues...no conseguí comprarle un regalo a Kazutora.- Dijo con usa sonrisa apenada.- También... Me siento un poco mal por la cena de mañana.
- ¡Ah!- Dijo el chico abriendo los ojos.- Lo había olvidado.
- Se que papá quiere intentar rehacer lazos con su familia.- Comento ella viendo como su hermano recogía su pelo en una coleta baja.- Pero se que mamá sufrió por culpa de ellos. Que te discriminen y vean como menos por el simple hecho de ser de otro país o cultura es muy feo.
- Ya verás que todo saldrá bien.- Dijo Kei arrodillándose frente a la menor. Ella estaba sentada en su cama.- No estarás sola. Iremos los cuatro juntos. Además creo que ya conoces a al menos uno de los Akashi.
- ¿Ah sí? ¿A quien?
- Sanzu.
- ¿Qué?
- Su nombre real es Akashi Harushiyo.- Dijo Baji con seguridad poniendose de pie.- Sanzu es su apodo o algo asi. No se lleva muy bien con su familia. Pero casi seguro que estará allí.
Tana también se puso de pie para seguir a su hermano. La noche fue una agradable velada familiar. Tus padres conocían a Kazutora desde hace muchos años. No era la primera cena en la que estaba. Pero si la primera después de que el chico salió del reformatorio.
- ¿Y como te va en la escuela Tora-kun?- Pregunto la mujer mayor.
- Bien.- Admitió el chico con algo de vergüenza.- Aunque desearía acabarla ya.
-No te preocupes.- Le dijo Sasuke.- Ya pronto terminarás. Si no quieres estudiar más podrás buscar un trabajo.
-¿Y si hacemos un negocio de cuidar animales?- Pregunto Keisuke animado.
- ¿No deberíamos saber algo de veterinaria para eso?- Pregunto Kazutora.
- Podremos aprender del dueño de la ti nada donde trabajo.- Dijo Keisuke con una gran sonrisa.
- Es cierto.- Murmuró Tana.- Hace unos días me dijo que había estado en África estudiado a los felinos.
- ¿En serio?- Preguntaron los mayores.
- Si. Tiene muchas fotos de cuando era más joven.- Admitió Baji.- Nos las enseño hace días atrás. Dice que desearía regresar a África a pasar sus últimos días.
- No es veterinario, sino biólogo. Pero trabajo por muchos años en una clínica veterinaria.- Continuo Tana.
Esta era la amena conversación que tenía la familia entre chistes y diálogos más serios.
- Entonces el señor Himura planea viajar a África.- Comento la mayor.- ¿Y que hará con la tienda? Que lastima. Tendrás que buscar otro empleo.
- ¿Que? No... ¿Por qué?
- El señor Himura no planea irse aún. Esperara un par de años.- Dijo Tana.- Además dijo que estaba encantado con nuestro trabajo. Quizás se la dejé a estos dos.
- ¿¡Que?!- Gritaron todos. Ni siquiera Baji sabía eso.
- ¿Cuando lo dijo?
- Cuando ninguno de ustedes pudiera oírlo. Claro.- Admitió Tana.- Y más les vale no repetirlo. No tenían que saberlo aún.- Dijo la chica sería mirando a los otros dos.
No se dijo más y continuaron bromeando mientras pasaba la hora del postre. Las anécdotas y chistes no se hicieron esperar. Pero todo fue interrumpido cuando el móvil de Tana comenzó a sonar. Era Chifuyu.
Si no te llamo en cinco minutos todo fue una trampa.
Más abajo había una dirección. Tana ignoro el mensaje por diez minutos, esperando otro. Pero no pasó nada.
- Chicos...- Llamo a los dos jóvenes.- Hay problemas.Hola. Como están? Esa fue una noche buena tranquila...hasta que...
Esperen al proximo capitulo a ver qué pasa.
Espero sus ideas y teorías en los comentarios, así como sus votos.
Cuídense mucho. Hasta pronto.
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Bring Me To Life
FanfictionAitana no es la típica chica de su edad. Después de todo tuvo que crecer rápido para ayudar a sus padres. La muerte de su madre la llevo a un nuevo país, nuevos amigos, una nueva familia, una nueva vida. Acompañala en su historia donde intentara man...