Bring Me To Life

Capitulo.9.

Después del incidente en que Aitana estuvo varios meses dormida, Sasuke pensaba que nada podía ir peor. Pero al recibir un extraño mensaje de su hija con una dirección que no conocía y pidiendo ayuda médica solo pudo pensar en lo peor.
Intento mantener la calma y ser lo más profesional posible. Pidió una ambulancia y fue como uno de los médicos hacia el sitio marcado. Pensó que su hija estaría en problemas. Que había salido de casa y de alguna manera estaba herida.
No imagino encontrarse a su hijastro siendo esposado y sacado de la casa por la policía.
- ¿Qué sucedió aquí?- Hablo mirando al policía.
Quería hablar con Keisuke. Pero este parecía no tener palabras. Tampoco era un buen momento. Al parecer había alguien entre la vida y la muerte dentro del establecimiento.
Sería una larga noche.
Aitana no pudo dormir esa noche. En cuanto llegó Hana no hizo falta que la menor le contara lo que había pasado. Ella había sido notificada de que su hijo estaba en prisión. A las 5. 00 Am la mayor había llegado con Keisuke a casa. Tana sin decir nada corrió a abrazar a su hermano. Quería preguntar muchas cosas pero no parecía el mejor momento.
- Vayan a dormir un poco. - Dijo Hana forzando una sonrisa. Tenía ojeras pronunciadas por el sueño y las lágrimas. Miro a Keisuke con seriedad.- Te llamaré en 4 horas para ir al hospital y luego a la estación.
- Yo quiero ir.- Hablo Aitana. Hana resopló... Quería contradecirla. Sabía que la menor debía descansar. Pero no encontraba palabras.
- Solo vayan a dormir.
Aitana arrastró a su hermano hasta las habitaciones. Keisuke no hablaba. Parecía sollozar en silencio.
- Oye... Ven...debes dormir un poco- Decía Tana llevándolo hacia su habitación. El chico se dejó hacer y se recostó en su cama.- Mañana...
-Tana... Mate a... Mate al hermano de... Mikey... Yo y Kazutora... Nosotros...
La chica guardo silencio. ¿Qué le podía decir?
- Tranquilo... Ya verás que todo se soluciona... Y...- Decía Aitana.
- ¡No entiendes! ¡Mate al hermano de mi mejor amigo! Él ahora me odia... ¡Hice llorar a mamá! Ahora... Ahora...que pasará...
Las palabras del chico se ahogaron con sus propias lágrimas. Aitana no lo pensó mucho. Lo abrazo y se permitió llorar junto con él.
- ... Escucha...- Murmuraba ella.- Con un poco de suerte no habrá nadie muerto. Ustedes son niños aún... Se llevarán algún castigo menor.
- Pero... Mikey... él nos vio...su mirada era de...
- Mikey estará desepcionado... Pero lo importante es que...ustedes sepan que lo que hicieron está mal.
Hubo un largo silencio. Ambos hermanos estaban sentados y abrazados. El mayor lloraba mientras la chica acariciaba su cabello. Cuando los sollozos disminuyeron un poco la chica le hablo.
- Muchas cosas quizás cambien...pero ten algo seguro...- Dijo ella.- Siempre nos tendrás: mamá y papá estarán tristes pero no creo que te dejen solo... Y yo tampoco lo haré. Recuerda que prometí ser buena hermana.
Poco a poco ambos se quedaron dormidos. La mañana siguiente prometía una larga jornada.

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Hasta la próxima. Cuidense.