𝐒𝐎𝐔𝐋𝐌𝐀𝐓𝐄 | yang jungwon & tn |

004

1:25 AM.

Baile junto a Jungwon mientras tomábamos unos cuantos vasos de alcohol, logré hablar con sus amigos sintiéndome cómoda en un grupo social.

La música fue mejorando con el paso de las horas al igual que las bebidas, Jungwon bailaba con chicas y aveces se acercaba queriendo bailar conmigo pero me le negaba hasta que terminé aceptando.

Baile junto a Jungwon totalmente ebria hasta que me alejé siguiéndolo a buscar más bebidas.
Subí las escaleras torpemente mientras oía incoherencias salir de los labios de Jungwon.

— ¿Estás... Seguro que aquí dan alcohol? — pregunté siguiéndolo.

Pasamos a un pasillo para detenerme y sacarme los tacos que hacían doler mis pies... Suspiré hondo observando como Jungwon se apoyaba en el marco con sus ojos pegados a mi cuerpo.

Se acercó con lentitud para besar mis labios y alzar mi cuerpo mientras me apegaba contra la pared ignorando el hecho de que intentara abrir la puerta.

Bajé mi mano hacia el picaporte ayudándolo para pasar adentro y caer en la cama.

Jungwon se deshizo de su remera y procedió a besar mi cuello mientras sus manos se deslizaban por mi vestido que cada vez se iba bajando más y más. Así logrando quedar en ropa interior frente a el.

¿De dónde conocía a Jungwon? Enserio me parecía tan conocido... Se veía tan atractivo.

No pasó mucho tiempo que Jungwon ya estaba introduciendo su miembro en mi intimidad provocando dolores en aquella zona.

Me quejé un poco y luego dejé de prestar atención al dolor por los besos húmedos y largos que daba Jungwon... Podría decir que hasta había mordido mis labios.

Solté un suspiro de excitación a medida que sus movimientos se habían presentes.
Acaricié su cabello húmedo apretando ciertos mechones  a medida que aceleraba sus estocadas.

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— agh... — acaricié mi cabeza.

Cerré mis ojos por la iluminación de la habitación y me senté en la cama con lentitud observando 4 paredes completamente desconocidas para mí.

Giré mi rostro y abrí mis ojos como platos al ver a Jungwon acostado.

Las sábanas tapaban un poco de su cadera, su cabello estaba despeinado pero debía admitir que lo hacía lucir bien y sus labios estaban hinchados además de tener una leve herida en su boca.

¿Alguien lo mordió? ¿Yo lo mordí?

Su cuello tenía marcas coloradas y realmente se veía agotado...

Me levanté de inmediato provocando que Jungwon girara su rostro pero siguiera durmiendo.
Tomé mis cosas comenzando a vestirme mientras aguantaba las ganas de gritar del pánico y el grave error que había cometido.

Até mi cabello al igual que lave mi rostro para salir de la habitación con rapidez y pedir un taxi hacia la casa de Jungwon dónde entré por su ventana.

Allí me bañé encontrando marcas en mi hombro, pecho y entrepierna... Salí de la ducha poniéndome mi uniforme y yendo a la escuela.

¿Un sábado? Si. Teníamos clases un sábado pero con la diferencia que duraba solo 3 horas, sin embargo, las clases eran de materias pesadas asique la mayoría asistía.

Acomodé las cosas en mi casillero para cerrarlo y quedarme estática al ver cómo Jungwon se apoyaba en la puerta de otro casillero con una sonrisa embobada.

— ¿Q-que? — pregunte nerviosa.

— Ayer — ríe — No sé, desperté en una de las habitaciones completamente desnudo.

— oh.. ¿Enserio? — pregunte fingiendo.

— Mira. — señala su labio. — Lo hizo ella. — baja el cuello de su camisa de uniforme dejando ver las marcas— esto también.

— oooh. Ya veo, ¿Ya sabes quién es? — respondí mientras apretaba los cuadernos.

— No, no se quién es, ni siquiera recuerdo su rostro. — responde tratando de acordarse.

— No creo que lo recuerdes, no podías pararte. — contesté tratando de que no pensara.

— ¿Sabes quién podría saber? — preguntó.

— ¿Que? ¿Quien? — pregunté de inmediato.

— Jake. — respondió. — él estaba en la fiesta.

— Bien. Nos vemos. — respondí alejandome.

Mierda. Si recuerdo haber visto a Jake mirarnos... Debía encontrarlo lo más pronto posible y preguntarle o al menos sobornarle con el.

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— ¿Que haces? — preguntó acorralandome contra la estantería de muebles.

Elevé mi mirada viendo a Jungwon con una sonrisa que hacía lucir su herida aún más sexy.

El hecho de haber pasado los límites con Jungwon realmente me destrozaba por dentro. No quería confundir mis sentimientos...

Todo lo que estaba haciendo era tan normal en nuestra amistad que en estos momentos podría pensar que no lo hace con esas intenciones.

— estás rara. — respondió acercando su rostro.

Dios. Su rostro está tan cerca... Puedo sentir su respiración.

— ¿Estas colorada? — preguntó asombrado.

— ¡Claro que no! — respondí alzando la voz.