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El silbato sonó y los golpes con aquellas pelotas comenzaron, intenté moverme pero siempre una terminaba golpeándome.

Cerré mis ojos estando quieta al rendirme por sus golpes fuertes hasta dejar de sentirlos.

— Jungwon. Debes tirar la pelota. — contestó.

— No me gusta esto. — respondió mirando a la pelota que tenía en sus manos.

Dejé de cerrar mis ojos y noté como era el único que aún seguía sin tirar.

— Solo tirala. — respondió el profesor señalando.

Jungwon dió un corto suspiro y se preparó para tirar la pelota por lo que cerré mis ojos sintiendo solo una pequeña brisa pasar por mi pierna.

Bajé la mirada viendo la pelota ni estar cerca de mi cuerpo.

— oh, me equivoqué! — contestó fingiendo estar molesto ante eso.

Jungwon pasó al final de la fila y se cruzó de brazos echando una baja y disimulada risa ante lo sucedido.

— Bien. Puedes volver a la fila. — contestó el profesor.

Caminé detrás de Jungwon y me crucé de brazos oyendo lo que decía el profesor.

— con el compañero de su lado, tendrán que hacer una rutina de ejercicios.

Asentí y luego observé a Jungwon, intenté mantener la calma y me dirigí a tomar una colchoneta para ver cómo me la arrebatan de las manos.

— Yo quiero ir primero. — contesté viendo a Jungwon.

— Yo seré más rápido.

Rodee mis ojos y luego me senté a su lado ayudando como lo hacían mis compañeros...

— ellos sostienen las piernas. — Susurré apoyando mis manos en las piernas de Jungwon.

— no necesito ayuda.

— y a mi que.

Jungwon frunció su seño y siguió haciendo sus abdominales.
Sinceramente los hizo bastante rápido asique decidí tomarlo como una ventaja pero luego de hacer el número 17 ya me sentía cansada.

— Vamos, te falta hasta el 30.

— no me digas.

— No entiendo, es fácil. — contestó.

— Lo dice el que lo hace todos los días a la semana.

Con mucho esfuerzo seguí haciendo abdominales hasta ya no poder llegar arriba en el número 26.

— Te faltan 4.

— sé contar.

Seguí haciéndolo hasta lograrlo y acostarme para que luego Jungwon me sacará la colchoneta.

— Tenemos que jugar algo, pero con la pelota — respondió tomando una pelota de voleyball.

— excelente, soy buena en eso. — respondí caminando a una esquina del salón.

— Ajá.

Jungwon sacó y terminé errandole asique la pelota cayó al suelo.

— con que excelente ¿Eh?

— Lo soy. — respondí con una mueca.

— Si tan excelente eres... Mejor saca tú. — contestó pasando la pelota.

Tomé la pelota y terminé sacando pero Jungwon no se movió en ningún momento dejando salir puras quejas de sus labios.

— pegas como niña pequeña.

— Claro que no, tu no te moviste.

— Deberías pegar con más fuerza. — contestó Jungwon cruzandose de brazos.

Jungwon me volvió a pasar la pelota y me tomé unos segundos preparandome para sacar.

— quieres fuerza... La tendrás. — Susurré.

Levanté la pelota y luego terminé golpeando con tanta fuerza que justo en el momento dónde Jungwon toca la pelota se agacha apretando su mano con fuerza demostrando dolor.

Pensé que se trataba de una estúpida broma pero para cuando me acerqué solo pude ver a un Jungwon adolorido y sin poder mover su dedo el cual en segundos estaba hinchandose.

— mierda. — Susurró quejándose.

Tapé mi boca apenada y el profesor se acercó junto con algunos alumnos tratando de ayudar el dedo fracturado de Jungwon.

— Quédense aquí... — contestó el profesor llevándose a Jungwon.

Miré cómo se alejaban y me crucé de brazos con la sensación de felicidad.

¿Estaba feliz por romperle un dedo a Jungwon?

Al parecer si.

𝐒𝐎𝐔𝐋𝐌𝐀𝐓𝐄   | yang jungwon & tn |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora