𝐒𝐎𝐔𝐋𝐌𝐀𝐓𝐄 | yang jungwon & tn |

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Observé como Jungwon frenaba su auto y me subí en silencio, saqué mi celular leyendo lo que decía el turno para la revisión...

Al llegar al consultorio entré dónde la doctora me revisó, me hizo unas preguntas al respecto, si era mi primera vez, si Jungwon solía cuidarse o cosas así... No era incómodo para nada.

Me baje de la camilla y salí asomándome a ver a Jungwon quien esperaba cruzado de brazos, tomé la manta de su buzo llevándolo adentro de la habítacion dónde ambos nos sentamos.

— La clamidia si se trata con los antibióticos puede curarse en aproximadamente una semana. — contestó la mujer.

— ¿Y como podemos darnos cuenta que realmente se curó?

— Necesito que en una semana, en su caso. — mira a Tn — Venga usted y la revisaré otra vez.

Asentí viendo la hoja con el medicamento y luego miré a Jungwon concentrado.

— Recomiendo que por esta semana. Nada de relaciones sexuales... — aclaró.

— ¿Nada? — pregunté.

— Si hay relaciones sexuales cuando sufren de Clamidia podría afectar sus trompas y en el futuro causar problemas en el útero que si... En su caso de tener bebés — suspira. — tal vez hayan riesgos.

— ohh... — Susurré.

Asentí y me levanté agradeciendo a la doctora, segundos después salí con Jungwon para subir al auto permaneciendo en silencio.

— ¿Estás bien? — preguntó Jungwon sin arrancar.

— ¿Porque no lo estaría?

— me doy cuenta.

— Simplemente estoy un poco preocupada pero tengo fé en que todo saldrá bien. — sonreí.

Jungwon dudo unos cuantos segundos y arrancó el auto. Pasaron los minutos y me despedí normal para entrar a casa, allí me quedé haciendo tarea y volví a probarme el vestido teniendo inseguridades.

Era un vestido tan único para alguien tan simple como yo.

Suspiré hondo y me senté haciendo un puchero, que tal si iba con Jungwon pero todos comenzaban a criticar mi vestido, mi cuerpo o mi rostro con tan solo de verme acompañada por el.

Todo puede pasar...

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No había podido desayunar nada, mamá no tenía mucho dinero y apenas podíamos cenar y almorzar... Sin embargo, decidí guardar mi cena para el almuerzo que no podría comer porque me quedaría a educación física.

Llegué a la escuela con un nudo de lo hambrienta que estaba, Jungwon tuvo que irse en plena clase a practicar y a mí no me quedo otra opción que pasar horas y extensas horas sintiéndome descompuesta.

El timbre sonó y cerré mis ojos un poco aturdida.
Todas las chicas que se estaban cambiando para educación física salieron corriendo asique las seguí con lentitud.

Llegué al salón he hice una reverencia al profesor.

— 5 vueltas antes de comenzar con voley.

Miré a Lola al sentir su mirada notando como se reía de mi con sus amigas. No sé que gracia causaba eso, después cuando le pasaba a ellas andaban a los gritos.

Hice una mueca cansada de sus celos de nena de 12 y me preparé para correr.

Empecé a correr al oír el silbato del profesor hasta bajar la velocidad de mi trote, me quedé quieta sintiéndome mareada, perdí el equilibrio y caí al suelo...

Pose mi mano en mi rostro débilmente mientras oía con dificultad la voz de Jungwon que intentaba ayudarme a pararme.

Cómo siempre dicen, es mejor desayunar.