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En mi celular me aseguré de ver el horario de clases notando que tenía matemáticas.

Entré a clases volviendo a ver a Jungwon reír con los demás hasta sentarme en mi banco...
No me molestaba que tuviera amigos, me deprimía el hecho de que no parecía molestarle que nuestra amistad ya no existiera.

Saludé al profesor junto a los demás y me volví a sentar mientras me ponía los auriculares.

El profesor explicaba matemática con la confianza de que sus alumnos estuvieran prestándole atención pero en estos momentos lo único que hacía era mirar con atención a cada chica y chico del salón.

Las chicas venían producidas, eran divertidas y con tan solo mostrar sus sonrisas ya tenían a varios chicos detrás.

¿Porque nadie ha querido salir conmigo?

¿Que tenían las demás que yo no?

Lamentablemente, es una pregunta que me la hago todos los días de mi vida.

Tocaron mi hombro con fuerza y me saqué los auriculares notando todos mirando hacia a mi y al profesor molesto

— ¿Estás prestando atención?

— ¿Yo? — pregunté avergonzada.

— ¿Quien te dió permiso para que escucharás música? — preguntó.

Bajé mis manos las cuales habían empezado a temblar descontroladamente por las miradas y murmuros que algunos compañeros hacían sobre mi.

— Disculpe... — murmure apenada.

— ¿Nombre?

— Tn.

— Con más razón deberías prestar atención, tus notas son muy bajas. Nadie se saca un dos en un examen.

Apreté mis manos logrando disimular el temblor y respondí.

— Disculpe profesor...

El profesor alzó sus cejas sin mucha importancia y siguió dando la clase mientras algunos compañeros aún seguía mirándome como si fuera un estorbo...

Jungwon también estaba viéndome, no de esa manera pero lo hacía.

Tragué duro y bajé la mirada a mis manos empezando a acariciar constantemente, me tomó unos cuantos minutos dejar de sentir la sensación de que todos aún te miren y piensen en criticarte para que luego prestará atención a la clase.

No servía de nada prestar atención ya que había dejado de entender su explicación hace unas cuantas clases atrás.

Me levanté de mi asiento y tomé mis cosas retirándome sin decir nada.
Llegué a la entrada de la escuela y decidí volver a casa sintiéndome un poco mejor...

¿Que se creen los profesores para humillar a un alumno de tal manera?

Ellos no son superiores a los alumnos y todos deberían saberlo.

Me acosté en mi cama viendo el techo mientras pensaba en la idea de comprarme un vestido para el baile de graduación.

Que no vaya con Jungwon no significa que no pueda ir.

Tomé mi billetera buscando la tarjeta de crédito que mamá me había dado en mi cumpleaños número 18 y salí a hacer comprar.

Busqué en incontables tiendas perdiendo horas hasta encontrar una tienda ideal de vestidos, busque entre los pasillos Miles de vestidos de mi gusto hasta oír la misma voz de siempre.

— te ves linda.

— ¿Tú crees? — preguntó Lola insegura.

— ¿Porque mentiría?

Jungwon se acercó a Lola y dejó un beso en su frente.

— Serás la mas linda de la graduación. — respondió.

Lola sonrió y abrazo a Jungwon suavemente haciéndome sentir una miserable a su lado.

Carraspee mi garganta incómoda y tomé un vestido que me había gustado para pasar a los cambiadores empezando a vestirme.

Me coloque los guantes de seda mientras me observaba en el espejo hasta oír a la chica de la tienda.

— ¿Cómo te está yendo? — preguntó

— Oh... Eh bien. Creo que bien.

— Salga cuando esté segura.

Abrí la cortina ignorando a Jungwon que estaba a pocos centímetros sentado en el sofá.

— Ese color te sienta perfecto!!

Miré el vestido por unos segundos y luego a la chica.

— ¿Usted cree? — preguntó.

— Estás hermosa. — contestó la señora con una sonrisa. — Déjame traerte algún accesorio para el cabello.

La señora se fue y miré a Jungwon intercambiando miradas por unos cuantos segundos...
Estaba vestido tan apuesto que seguramente no era la única que lo había visto más de una vez, bueno, Jungwon siempre fue y es lindo.

Sus ojos brillaban y su mirada estaba fijamente en mi.

— ¿Y? ¿Que tal? — preguntó Lola saliendo del cambiador

Jungwon dejó de mirarme y aproveché para meterme dentro del cambiador con el corazón palpitando a mil...

La mujer trajo varios accesorios y opté por uno, me ayudó y luego terminé comprando el vestido...






como para darles una idea tengo estos vestidos, si ninguno es de su agrado te lo imaginas cómo quieras!!

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𝐒𝐎𝐔𝐋𝐌𝐀𝐓𝐄   | yang jungwon & tn |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora