𝐒𝐎𝐔𝐋𝐌𝐀𝐓𝐄 | yang jungwon & tn |

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Bajé del bus acariciando mi hombro al estar tan apretada en ese maldito transporte... Jamás nos daban asiento.
Mi nombre y ahora el de Jun estaban manchados...

Seguí caminando hasta el jardín y me despedí de Jun para ir a la farmacia a comprar los costosos medicamentos de Mamá...

Con la reseta del doctor llegué al mostrador y recibí el medicamento procurando que sea el correcto, cuando estaba a punto de sacar mi dinero dejé de hacerlo al oír la subida de precio.

— ¿Que? Eso es el doble del precio. — respondí.

— Usted no tiene obra social asique no puedo hacerle un descuento.

— ¿Cómo que no? — pregunté molesta mientras me rehusaba a dejar el medicamento.

— Señora, tr— interrumpido.

— No me llames señora. ¡Esto es demasiado costoso! ¿Cómo crees que lo pagaré?

— porfavor salga de la fila y devuelva el medicamento. Su obra fue Dada de baja.

Eché una risa procurando no llorar y desvíe la mirada a un costado mientras dejaba el medicamento con orgullo.
¿No pague lo suficiente en mi orden?
Creí haber llegado a un acuerdo.

— Quiero hablar con su jefe. — contesté cruzandome de brazos, dándole la espalda.

— Yo lo pagaré. — respondió entregando dinero.

Solté un suspiro reconociendo la voz para tomar el medicamento y salir de la farmacia con mucho enojo.

— ¡Tn! Espera.

Me gire viendo a Jungwon y solo me crucé de brazos.

— ¿Que quieres? — pregunté.

— No deberías hablarme así, te pague el medicamento.

No podía creer lo que estaba oyendo.
¿Debía agradecerle por todo lo que me hizo pasar?

— No te pedí que lo hicieras. — contesté dándole el medicamento con brusquedad.

Le di la espalda y empecé a caminar lejos de él hasta volver a sentir su agarre pero con la diferencia de que me llevó al callejón de la farmacia acorralandome.

— ¡Deja de ignorarme! — alzó la voz molesto.

Su cabello se sacudió al acorralarme con fuerza en el callejón...

— Prefieres seguir odiandome antes de dejarme explicarte.

— Es que no hay nada que tengas que explicarme. — contesté separandolo.

— entonces. ¿Me dirás qué no quieres saber nada?

— Nada.

— Ni porque me fui sin despedirme.

Me quedé en silencio inconscientemente y bajé la cabeza recordando la fea sensación.

Un vestido lindo desperdiciado en una noche arruinada con la persona equivocada.

— Mejor yo — empujé su pecho con mi dedo. — te haré recordar cómo llegué al baile esperando que vinieras — lo golpeo con más fuerza — para que me dejarás sola y sin despedirte.

Jungwon tomó ambas manos con solo una mano, sin tener que utilizar dos..., Acercó mi rostro al suyo y Murmuro.

— No eres la única que lo pasó mal. — comentó alejandose.

— Y si me das la oportunidad, quiero disculparme. — respondió.

Tragué duro tratando de mostrarme fuerte ante esto... ¿Pero quién era? Yo ya me había rendido hace tiempo.
Jun era la única razón por la que seguía esforzándome.

Porque si yo no estoy, él quedará solo.

— Solo es molesto... — Susurré apretando mis puños.

— ¿Molesto? — preguntó confundido.

— me gustabas Jungwon, fui criada sin una figura paternal o de hermanos  y tú supiste darme cada una de ellas. Me enseñaste muchas cosas, me ayudaste en los peores momentos pero jamás me sentí tan utilizada.

— No te utilicé.

— Solo me buscabas para... — pasé mi mano por mis ojos secando las lágrimas.

— Da igual — respondí cortando mi propia respuesta.

— ¿Da igual? — preguntó frunciendo su seño.

— Tienes tu vida. Yo tengo la mía y no te quiero en ella... Asique acepto tus disculpas porque no tengo otra opción. — comenté comenzando a caminar lejos de él.

— ¿¡Fingiras que Jun no es mi hijo!? — gritó molesto.

Detuve mis pasos y abrí mi boca tratando de retomar el oxígeno.