𝐒𝐎𝐔𝐋𝐌𝐀𝐓𝐄 | yang jungwon & tn |

65

Dejé a Jun en el jardín mientras jugaba con sus juguetes, me dirigí a la enorme y moderna habitación de Jungwon prefiriendo quedarme parada en vez de sentarme.

— ¿Me odias? — preguntó Jungwon.

Eché una pequeña risa y me crucé de brazos.

— Lo tomaré como un si.

— Bien por ti.

— Enserio necesito que te esfuerces en esta relación — contestó Jungwon sin paciencia.

— No tenemos ninguna relación.

— Claro que hay, tu eres la madre y yo el padre. La única relación que hay que hacer es llevarnos bien.

— No tengo intenciones de relacionarme contigo.

— No comiences. — respondió Jungwon desabrochando el botón en la zona del cuello parte de su camisa.

Observé sus manos recordando lo lindas que son, sin mostrar algúna reacción, lo miré al rostro sin querer responder.

— Tú aceptaste esto por dinero, ¿O me equivoco? — preguntó Jungwon acercándose.

Lo observé por unos segundos y bajé mis manos.
Jungwon tenía toda la razón...

Lamentablemente, esto lo hacia para pagar la salud de mamá y las cosas de Jun.

— ¡Contesta! — alzó la voz molesto.

— ¿¡Que quieres que conteste!? — grité.

— Que estás de acuerdo, que aceptarás el dinero y me da igual si quieres o no pero Jun tiene que ver qué nos llevamos bien. — respondió acercándose mientras alzaba la voz.

Me alejé llegando hasta la puerta y coloqué mis manos detrás de mi espalda ocultando el temblor de éstas por sus gritos.

— No quiero que Jun se relacione con Lola. — Susurré manteniendo la postura.

— Lola no hace na— interrumpido.

— claro que lo hace. — murmure.

Desvíe la mirada con mucha tristeza recordando que por su culpa, soy víctima de muchos insultos y desprecio por un simple rumor de prostitución en dónde Jun se ve afectado.

Jungwon permaneció en silencio percatandose de la existencia de aquél rumor.

Me alejé de el he intenté abrir la puerta repetidas veces con la desesperación de que no vea mis manos temblar.

— Tn... Tn espera. — contestó sacando la mano de Tn con lentitud del picaporte.

Jungwon sacó el seguro y abrió la puerta con lentitud, salí de su habitación buscando a Jun hasta oír mi teléfono sonar, lo tomé y atendí la llamada.

— ¿Hola? — pregunte ignorando que Jungwon estuviera viéndome.

— ¿Cómo? Si si. Soy yo, ¿Que sucede? — pregunte.

Me quedé oyendo lo que me decía y solté un suspiro disculpándome de inmediato, corte la llamada y sin decirle algo a Jungwon, salí de su casa tomando un taxi hacia el supermercado.

Entre avergonzada al ver a mamá quejándose con la chica que solo hacia su trabajo.

— Enserio disculpe. — contesté apenada mientras sacaba la billetera.

— ¡Yo no te llamé! — gritó mamá.

— Tiene unos problemas... — Murmure hacia la chica mientras sacaba todos los billetes de cambio que quedaban.

Los conté sintiendo mucha presión ya que todos miraban hacia aquí y mamá no dejaba de insultar, hacer berrinches y querer robarse cosas porque no comió...

Le hice una sopa...

Hubo algunos productos que tuve que dejar en su lugar ya que el dinero no era suficiente y tomé el brazo de mamá ignorando que hiciera fuerza para alejarse.

Llegué a la parada y al subir al bus junto a ella, me dirigí hacia la casa de Jungwon.

Me costó encontrar su calle pero como era un barrio privado, lo pude identificar a lo lejos...
Toqué la puerta y Jungwon me abrió saludando como debía a mamá... Prácticamente ahora ella estaba feliz y fingia no haberse comportado mal como hace minutos.

Dejé la bolsa en una mesa cansada y tomé mi celular para ver cuánto dinero me quedaba en el banco...

No era mucho... Posiblemente para dos comidas asique prefería que Jun comiera junto a mamá y yo no.

.

Las horas pasaron y Jun pasó mucho tiempo con Jungwon llevándose a la perfección, mientras tanto, había recibido incontables insultos desagradables y golpes por parte de mamá ya que no quería tragarse sus pastillas.

Le acercaba y me golpeaba el brazo alejandolas...

Gracias a Jungwon que logró que mamá se tomara sus pastillas recién a las casi 2 de la madrugada ya que comenzó a hablar en la cena y más tarde pero finalmente las tomó durmiendose.

Además, él se ofreció a llevar a Jun a la cama tratando de hacerlo dormir por primera vez...

Dejé mi bolso en la sala y subí al segundo piso observando un grande balcón en medio de sus escaleras que daba una hermosa vista sobresaliente de afuera.
Me acerque y apoye mis manos en la baranda mientras permitía que mis lágrimas se deslizaran.

Hace tiempo había dejado de ser feliz.

No estaba mentalmente bien pero tampoco podía permitirme pedir ayuda para mí...

Lo único que me da razones para levantarme cada día es Jun y en ocasiones mamá...