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Sin dudarlo acepté y dejé que Jungwon me llevara a comer a una tienda de comida rápida, me ofrecí a pagar por primera vez yo para luego irnos a su auto empezando a disfrutar de la comida.

— Eres famoso. — contesté.

— No lo soy.

Suspiré hondo y busqué varias revistas en mi celular que ofrecieron sesiones a Jungwon para luego mostrársela.

— Eres famoso, saca provecho de eso.

— ¿Cómo? — preguntó masticando la hamburguesa.

— Tienes Miles de pretendientes, empieza a hacer lo que siempre haces.

— ¿Mirarlas ? — preguntó dudando.

— No, solo haz que se vuelvan más fans de ti y ya... Sube fotos a tu Instagram y eso.

— No actualizo mi Instagram desde hace ¿4 meses? — preguntó.

— Bueno, es hora de eso. Pide ayuda de tus abuelos, tienes una gran familia que te adora, especialmente siendo el único nieto de la familia.

— Que acosadora. — contestó Jungwon dejando de masticar. — No sabía que estabas obsesionada conmigo Tn.

Reí ante sus acciones exageradas y contesté.

— Habló enserio tonto.

— Lo pensaré. — contestó.

Sabía que por más que intentara convencerlo no lo haría.
Sé que Jungwon había respondido eso para tratar de tranquilizarme...

— ¿Luego irás a dormir a tu casa? — pregunte.

— Dormiré en mi otra casa.

— ¿Tienes otra casa? — pregunte asombrada.

— Claro.

— ¿Y dónde es?

— Su calle se llama Nanhae.

Dejé de sonreír al saber que claramente nombraba la calle de mi casa.

— ¿Y vives solo? — pregunte.

— Tengo a una empleada.

Golpee su pierna mientras oía su risa, yo no era empleada de nadie. ¿Que mosco le picó?

— Entonces supongo que dormirás en el piso. — respondí bebiendo de mi vaso.

— Ya lo veremos.

.

Mamá trabajaba asique tuve que llegar a casa y mientras Jungwon guardaba el auto en el garage, corrí hacia mi habitación dejando ropa debajo de mi cama, acomodando mi escritorio y las almohadas.

Tenía tantas almohadas pero siempre terminan en el suelo.

Jungwon subió a la habitación y cerró la puerta con seguro, tomó los extremos de su buzo y se lo sacó dejándolo en la silla.

— ¿Te conté? — pregunté buscando el pijama de ambos.

— Sobre que.

— Me puse un chip anticonceptivo.

— ¿Y eso para que sirve? — preguntó colocando su cabeza en sus muñecas.

— Es para no tener hijos.

— ¿Para siempre? — preguntó en shock.

— Claro que no, dura entre 1 o 3 años, siempre es bueno hacerse revisiones cada 2 meses.

— Oh... Bien, ¿Entonces eso significa que no utilizaré condón? ¡Si! — festejó.

— ¿Porque festejas? — pregunte confundida.

— Sin condón es más placentero. — respondió con sinceridad.

Oh dios, me había olvidado que estoy enamorada del idiota de mi mejor amigo.

— Hombres. — contesté viéndolo.

— Exacto.

Le tiré su pijama y me cambié en la misma habitación ignorando que en algunos momentos estuviera viéndome, al terminar me giré y logré observar el tatuaje de su abdomen...

El famoso rumor del tatuaje de Jungwon era cierto.

Me acerque y pasé mi mano por la zona.

— Te hiciste un tatuaje, ¿Cuando?

Acaricié su tatuaje ignorando sus pequeñas risas de nervios.

— Hace unos cuantos días. — respondió.

— Te queda bien. — contesté.

— ¿Parezco un chico malo? — preguntó acomodando su cabello hacia atrás.

— No. — mentí acostandome.

— ¿Cómo que no?

— No pareces un Bad Boy.

— ¿Entonces que parezco? — preguntó sentandose al lado de Tn

— Un nene de 15.

Jungwon apretó el rollo de mi cadera por lo que inmediatamente me alejé con gracia, me senté en la cama viéndolo y respondí.

Que preguntas estúpidas haces, claro que pareces chico malo.

— Me lo dicen a menudo.

— ¿Quienes? — pregunte con curiosidad.

— Las chicas.

—:¿Que chicas?

— Unas cuántas de otros salones...

— ah. — Susurré.

¿Acaso estaba celosa? Si, lo estoy.

𝐒𝐎𝐔𝐋𝐌𝐀𝐓𝐄   | yang jungwon & tn |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora