𝐒𝐎𝐔𝐋𝐌𝐀𝐓𝐄 | yang jungwon & tn |

035

Me levanté de la cama con ayuda de mamá y me metí al baño dándome una larga ducha.

No quería ponerme ni shampoo, solo quería relajarme al sentir las Miles de gotas de agua caer por mi cuerpo, eso sí es relajante.

Perdí cuánto tiempo estuve ahí y salí sintiéndome un poco mejor, pero nada sacaba el hecho de que me sentía como un envoltorio.

"Lo usas y lo tiras"

Me coloque el pijama y me volví a acostar viendo a mamá como esperaba a que saliera para darme la comida que ella había preparado, más los medicamentos para el dolor de cabeza y unos dulces para otro momento.

Le agradecí con una sonrisa y esperé a que saliera de la habitación para comenzar a comer en soledad.
¿Quería llorar? Claro que quería. ¿Porque no lo hacía? Porque no quería mostrarme triste ante mamá.

Al terminar de comer salí de la habitación oyendo la voz de Jungwon en el primer piso.

— que tierno de tu parte que hayas traído la tarea pero en estos momentos tn no se siente bien.

— ¿Porque? — preguntó Jungwon.

— bueno... — baja el tono de la voz. — anoche fue a una fiesta, creen que la drogaron en la bebida y... — suspira apenada — durmió en el baño del bar.

— ¿Que bar?

— XhaX bar.

Me asomé en las escaleras viendo el rostro de Jungwon ponerse en uno totalmente serio.

— por eso... — susurro la madre

— ¿Puedo verla?

Mamá dudo unos cuantos segundos y terminó aceptando por lo que me apresuré en ir a la habitación y taparme por completo oyendo segundos después los pasos de Jungwon.

— ¿Tn?

solo ignóralo.

— ¿cómo estás?

no es nada.

Sus pasos dejaron de oírse y un silencio sonó en la habitación hasta pegar un pequeño grito cuando las manos de Jungwon agarraron mis pies arrastrándome al comienzo de la cama.

Jungwon me sacó la colcha que tapaba mi rostro y colocó sus manos a los costados de mi cabeza.

— ¿me estás ignorando? — preguntó.

— ¿Debería?

— Conoces la razón, Tú dime.

Empujé a Jungwon y me levanté manteniendo la distancia.

— No puedo creer que vengas... — reí con molestia.

— ¿No puedo venir? — preguntó.

— No, solo que me sorprende que vengas fingiendo que no pasó nada. — murmure.

— ¿Lola?

Jungwon siguió manteniendo la seriedad mientras que yo no podía dejar de sonreír únicamente para no llorar.

— No soy un maldito juguete sexual, Jungwon.

— Nunca dije que lo fueras. — suspira.

— ¿Y como explicas todo esto? — pregunte.

— ¿No puede gustarme alguien más?

Auch...

— Entonces te gusta Lola. — contesté cruzandome de brazos.

— Si, me gusta.

No era la aclaración que esperaba pero intenté buscar alguna respuesta lo más rápido...

— Bien por ti Jungwon. Así es como arruinaste esto.

— Yo no fui el que se metió en la cama con su mejor amigo ebrio. — aclaró.

Jungwon acomodó su cabello molesto y se cruzó de brazos.

— ¡Tampoco fui yo la que ilusiono a su mejor amiga cuya chica jamás tuvo una figura masculina más que la de su mejor amigo de la infancia! — contesté alzando la voz.

— ¡Ese fue tu problema! — contestó.

— ¿Mi problema? — respondí con ironía.

— Siempre haz dependido de las personas... — respondió.

Esa fue la gota que derramó el vaso.

Abofetee la mejilla de Jungwon con fuerza notando como movía su mentón en silencio.

Tomó sus cuadernos y se acercó a mi rostro.

— Veamos quién sigue con su vida y quién intenta formar una sin perder en el intento. — contestó.

Jungwon cerró dando un fuerte portazo dejando mi dignidad por el suelo, mi confianza a la basura y la amistad en el olvido.