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— ¡Park! — alzó la voz.

Miré a la profesora que decía que prestara atención en clases y me disculpé.
Desvíe la mirada hacia Jungwon nuevamente pero ahora era como una extraña para el, no podía decirle a nadie y tampoco demostrar lo que en realidad me estaba pasando.

Minutos después, el timbre sonó y esperé a que Jungwon saliera para acercarme a el.

— podemos hablar

— estoy ocupado. — contestó sin interés.

— Es muy importante, necesito mucho tu ayuda... Yo.. yo no la estoy pasando bien — contesté asustada.

— Tn. — suspira. — Hazte cargo de tus errores.

Miré a Jungwon que siguió de largo dejándome sola en el pasillo.

Bajé la mirada y caminé nuevamente a la entrada viendo aquel taxi al que ahora tenía tanto miedo de subir.

El problema en la actualidad es que nunca estás completamente seguro...

.    .     .

2 meses más se hacen como un año completo.

Exactamente serían casi 4 meses sin viernes especiales, sin pijamadas, llamadas o viajes de amigos.
Caminar por la casa de Jungwon se sentía extraño, no volvió a ser lo mismo y no sabía cómo decirle a mamá que hace tiempo que habíamos dejado de ser mejores amigos.

En esos dos meses, tenía el triple de tarea ya que debía hacerle a esas dos chicas o como castigo era más humillada de lo que ya era como costumbre.
También vivía con la presión de ser una chica perfecta para aquel hombre, debía comer poco o en ocasiones vomitar lo que masticaba porque terminaba golpeada.

Tenía moretones por todo mi cuerpo y al no recibir cariño de mamá porque decía que estaba insoportable, no tenía otra opción que fingir estar bien.

Iba arreglada a la escuela, como le gustaba a Jack. (Hombre) el me compraba ropa que le gustaba y luego me obligaba a hacer cosas desagradables...

Había perdido la cuenta de las veces que fuí abusada pero mi intimidad dolía con cualquier movimiento que hiciera.

En estos momentos... Podría decir que tengo suerte de estar viva, pero antes de ser utilizada como juguete sexual, prefiero estar muerta.

— ¿Quieres? — preguntó Jack ofreciendo pizza.

Asentí con mucha hambre pero el alejó su mano riendo.

— Olvídalo. Dije que adelgazaras pero sigues igual de siempre — contestó molesto.

— He bajado 12 kilos. — Susurré.

En la escuela y en casa siempre andaba con prendas holgadas para que no se notara mi repentina perdida de peso, aunque de rostro ya era bastante obvio, cuando no llevaba el maquillaje.

Además... No recordaba la última vez que llegó mi periodo, estaba tan estresada.

Jack me miró y golpeó mi rostro con fuerza mientras repetía lo mismo.

— ¡Estás gorda! ¡Eres obesa! — contestó mientras golpeaba repetidas veces.

Eleve mis manos tratando de parar sus manos mientras tosia al ahogarme con mi saliva, Jack se alejó y me senté mientras acariciaba mi cabeza con lentitud.

Jack tomó mi cabello y me llevó con fuerza a dónde estaba sentado, allí me dejó en el suelo y bajó su pantalón comenzando a acariciar su miembro.

Ya sabes que hacer.

.    .     .

Llegué a la escuela sintiéndome muy débil y descompuesta asique dejé mis cosas en el casillero que seguía roto.
Caminé hacia el salón entregándole las tareas a las chicas para sentarme en mi banco con dificultad.

Copié todo lo que decía el pizarrón hasta rascar mis ojos los cuales ardían hasta levantarme y caer al suelo.

Comencé a pedir disculpas sin poder respirar bien he intenté levantarme pero caí al suelo nuevamente, Jungwon se levantó del banco y se acercó tomando mi brazo logrando darse cuenta de mi cambio repentino de peso.

— la llevaré a la enfermería. — contestó Jungwon.

Me solté de su agarre y comencé a caminar hacia la enfermería a pasos torpes y lentos, llegué y me senté en la camilla.

— Déjame ver.

Me negué a que quisiera sacarme el buzo pero el tenía más fuerza que yo. Dejé caer mis manos débilmente a la camilla y bajé la mirada ignorando su silencio.

— dios... — Susurró colocando sus manos en su cabeza.

— yo... Yo lo intente. — respondí.

— Estás desnutrida... — contestó preocupado — Tenemos que llevarte a un hospital

— No no. — contesté de inmediato. — No puedes.

— ¿Que dices? — preguntó.

— Te matará. — Susurré comenzando a llorar.

— ¿Quién? No te entiendo.

— Jack.

Jungwon me colocó su campera y me alzó saliendo de inmediato de la enfermería, me metió a su auto y ahí fui llevada al hospital donde fui internada.

Llamaron a mamá y Jungwon se quedó a mi lado esperando los resultados mientras yo me encontraba sedada.

odio esto.

𝐒𝐎𝐔𝐋𝐌𝐀𝐓𝐄   | yang jungwon & tn |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora