𝐒𝐎𝐔𝐋𝐌𝐀𝐓𝐄 | yang jungwon & tn |

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— ¿Por dónde vas? — pregunte a través de la llamada.

— En 5 minutos estaré allí.

— Será mejor que te apures, el comportamiento de Jun es pesimo.

— Está bien, ya voy.

Corte la llamada para buscar a Jun con la mirada y correr al ver que estaba haciendo pis en una planta del aeropuerto.

Dejé mis maletas he inmediatamente corrí hacia el alzandolo para subir su pantalón avergonzada y alzarlo.

— Jun, debiste avisarme de que querías ir a hacer pis.

— te dije pero estabas con papá.

Lo senté ignorando algunas miradas que juzgaban mi comportamiento como madre.

Me creo buena madre, al menos eso pienso yo.

Suspiré hondo y miré las maletas mientras esperaba Jungwon hasta sentir como sus manos se ponían en mis ojos.

— ¿Quién soy? — preguntó con otra voz.

Sonreí al darme cuenta que se trataba de Jungwon pero aún así decidí bromear.

— ¿Normi? — pregunté fingiendo emoción.

— ¿Quien es Norman? — preguntó Jungwon alejándose completamente serio.

— No dije Norman.

— Claro que lo dijiste. — respondió molesto.

Seguí viendo su rostro aguantando la risa.

— No me mires así Tn.

No aguanté por lo celoso que estaba Jungwon y eché a reír viendo que aún no entendía.

— Es una broma — respondí con gracia.

— No me gusta esos tipos de broma... — Murmuró.

Observé como se sentaba manteniendo la seriedad y decidí acariciar su mejilla con lentitud para acercarme y dejar un corto beso en sus labios.

— celoso.

Alzé a Jun y dejé que Jungwon llevara las cosas para caminar hacia el avión privado y subirnos.

— Buenos días señor Yang, hace tiempo que no viaja. — contestó la azafata.

— Buenos días Blair, ¿Cómo estás? — preguntó leyendo el diario.

— Bastante bien ahora que lo vuelvo a ver. — sonrió.

Miré a la chica para desviar la mirada hacia Jungwon.

¿Acaso debía ponerme celosa?

Claro, la chica estaba coqueteando al frente de mis ojos.

— ¿Podrías ponerle el cinturón al nene? — pregunte con obviedad — digo, cómo que ya vamos a despegar.

La chica se llevó como sorpresa mi forma de hablar por lo que cerré mis ojos intentando dormir hasta sentir la mano de Jungwon posarse en mi brazo.

— No me toques — contesté alejando su brazo. — No quiero imaginarme que habrás hecho en el maldito avión como para que esté feliz de volver a verte.

— fue solo una vez. — contestó.

Abrí mis ojos y lo miré para desabrochar mi cinturón he irme al lado de Jun, me coloqué el cinturón otra vez y cerré mis ojos intentando dormir.

El hecho de saber que Jungwon y esa chica tuvieron algo no me dejaba dormir... Y eso que yo me consideraba una chica no celosa.

Abrí mis ojos viendo a la azafata en su lugar de trabajo para luego ver a Jungwon que leía el diario sin ninguna preocupación.

Miré a la chica nuevamente para observar desde sus zapatos hasta su cabeza.

Ella tenía unas piernas delgadas y lindas, su uniforme estaba planchado, limpio y sin nada desprolijo, el pañuelo de su uniforme estaba bien atado como correspondía y su cuerpo combinaba a la perfección con la chica.

Ella es un 10 a comparación de yo.

Desvíe la mirada hacia la ventana para terminar yendo al baño donde me senté en el inodoro llorando.

Si, estaba llorando porque me sentía insuficiente al saber que había una chica mejor que yo y Jungwon podría hacer lo que quisiera porque yo no soy una chica linda y menos un 10 para alguien como Jungwon.

— que estúpida. — Susurré secando mis lágrimas que no dejaban de salir.

Tuvieron algo en el avión, ya sea sexo o besos, algo tuvieron y claro estaba que ella aún seguía interesada en Jungwon.

— ¿Estás en el baño? — preguntó Jungwon tocando la puerta.

Decidí no responder para levantarme con rapidez al ver cómo abría un poco la puerta por lo que coloque el seguro.

— Tn. Ya abre.

— no quiero.

— ¿Me puedes abrir?

— no.

— Si me abres podrás contarme.

— no...

— porfavor.

Acepte unos segundos después y abrí la puerta viendo como entraba al baño y volvía a cerrar la puerta.

— ¿Porque lloras?

— ella gusta de ti, ella es muy linda, ¿Porque yo?

— Lo de esa vez, solo terminó ahí pero ahora me gusta alguien más y quiero seguir contigo. — contestó cortando papel.

— que vergüenza. — Susurré apenada recibiendo el papel.

— tu eres la única que puede compararse con eso.

— Hay muchas chicas detrás tuyo y mejores que yo.

— pero tú eres la única que me gusta.