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Luego de que Jungwon se fuera y mamá me siguiera insultando, decidí salir de casa en busca de Jun.

Al llegar sonreí con ternura viendo cómo jugaba solo en el arenero y esperé hasta sentir su pequeño abrazo.

— ¡Un castillo! — contesté asombrada.

Jun asintió mientras aún sonreía... Dejé de sonreír al oír mujeres hablar de mi, de aquél vídeo que circulaba hace muchos años y lo desastrosa que era como madre.

Es más... Ellas prohibian a sus hijos juntarse con Jun...

Desvíe la mirada con sentimiento de culpa y alze a Jun comenzando a caminar lejos del Jardín.

— ¿Que aprendiste hoy? — pregunté mientras caminaba hacia la parada.

— Colodes.

— ¿Colores? A ver, dime uno.

— Abul — contestó mientras jugaba con un mechón del cabello de Tn.

— ooh... Azul, ¿Y que más? — pregunte con ternura.

— Dojo, dosa y... — piensa — ama-dillo.

— que niño tan inteligente — respondí asombrada.

Claro que lo hacía con el propósito de que Jun me mostrara su tierna sonrisa, es un niño inteligente pero aún debía ayudarlo con su pronunciación.
No me considero una madre que pone presión, de hecho.
Jun es un niño y a medida que crezca sabrá cuando debe esforzarse y cuando no.

Cerré mis ojos cansada mientras esperaba el bus hasta entrar y pagar los dos boletos.

Caminé tomando el brazo de Jun con fuerza mientras buscaba asientos libres pero no había ninguno y tampoco parecía que alguien quisiera darme uno.

Llegué al final y coloqué a Jun al lado del asiento para que se agarrara bien y yo atrás de él.

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Pasadas las horas, había llegado el momento en dónde mamá tenía que tomar sus pastillas para dormir.

Cada pastilla que compraba se llevaba la mitad de mi salario asique habían meses en dónde no podía permitirme comprar su medicamento ya que Jun necesitaba cosas.

Acosté a Jun en el sofá y le coloque sus caricaturas favoritas, me alejé y tomé el frasco de pastillas buscando a mamá.

Una vez en la sala me le acerqué con el vaso y murmure por lo bajo..

— Mamá...

— es hora de tu medicamento. — contesté acercándome.

Mamá tiró el vaso de vidrio al suelo y luego comenzó a gritar "no" Miles de veces mientras me golpeaba.

Tapé mi cabeza y rostro por sus golpes mientras me quejaba y tomé sus muñecas comenzando a forcejear, caí al suelo segundos después por su empujón y terminé lastimando la palma de mi mano con aquellos vidrios rotos.

— no me toques, inútil. — contestó la madre yéndose de la sala.

Bajé la mirada agotada de todo lo que tenía que hacer por mi cuenta y luego levanté mi mano viendo el pequeño corte.

— ¿Mami? — preguntó Jun asomado por la puerta.

Escondí la sangre de mi mano y me gire sonriéndole.

— ¿Que pasa?

— ¿edtas bien?

Asentí repetidas veces y me levanté del suelo metiendo mi mano ensangrentada en el bolsillo. Me agaché y comencé a limpiar todo el desorden que mamá había causado, hasta sus pastillas se habían humedecido...

Luego de eso, caminé al baño lavando la sangre hasta sentarme en la sala observando fijamente la mano y como Jun pegaba una curita con dibujos de sus caricaturas.

Levanté la cabeza con ternura y lo alze para acostarme con el en el sofá, tomé la manta y también decidí taparnos.

— ¿Quieres dormir? — pregunté.

Niega.

— Entonces... Tu ves un ratito. Solo un rato, tus dibujos y luego te duermes... ¿Si?

Jun asintió por lo que cerré mis ojos y poco a poco me fui relajando ya que él siempre tenía la costumbre de acariciar mi cabello, algo de lo que siempre me encanta...

Jungwon solía hacerlo...

𝐒𝐎𝐔𝐋𝐌𝐀𝐓𝐄   | yang jungwon & tn |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora