∆Cinco∆

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María Isabel

Me duele mucho la nariz, el golpe fue muy fuerte, tanto que ya tengo mis manos llenas de sangre al intentar contener el sangrado, ya no estoy tirada en el suelo, Burak me tiene en brazos como una niña en lo que Amin trata de ayudarme con su pañuelo a detener el sangrado.

- ¡María! M... mi amor, lo siento mucho. E...el golpe era para ese mentiroso- todos están pendientes de mi, los gemelos tratan de contener a Baruk, no deja de mirar con odio a Antonio.

- ¡Es mi prometida! Y tú escoria de porquería ¡Te atreves a tocarla!- los gemelos tienen fuerza, pero no mayor que Baruk, unos empujones más y logrará safarse.

- ¡Ella es mía! ¡Mi novia!- es tan estúpido, después de lo que hizo tiene cara para venir aquí y pelear por mi como una bestia.

- ¡Tuya ni mis tetas! ¡Bestia!- le grito entre sollozos y quejas.

No contuve las ganas de llorar, el golpe me afectó mucho, temo que mi preciosa nariz esté rota. Me refugio en los brazos de desconocido.

- Mierda... Tenemos que ir a un hospital, le rompió la nariz- ruge enojado Amin.

- Ya vamos, tenemos uno aquí, por suerte no está lejos- miro a Antonio con ganas de matarlo.

- Preciosa... ¡No sé la llevarán! Es mía ¡Mía!- Amin se cansa de escucharlo y mira a su hermano.

- ¡Hazlo pagar, Baruk!- mi jefecito no se hace rogar, los gemelos lo dejan libre y él salta sobre Antonio.

No puedo ver mucho ya que tres de ellos me llevan corriendo a un auto... ¡Es una camionetota monstruo! Quedó anonadada por lo alta que es, creo que hasta se asemeja a un tanque de guerra.

Ok, estoy exagerando.

- No te preocupes, María, llegaremos pronto al hospital- veo que solo gemelo dos está con nosotros.

- ¿Y gemelo uno?- le pregunto a Amin.

- ¿Sabes quiénes somos? ¿Cómo es que puedes diferenciarnos a primera vista?- pregunta impresionado gemelo dos.

- Es fácil, tienen ciertas imperfecciones que los hace diferentes, como los lunares o la cortada en la oreja que tiene gemelo uno- me encojo de hombros.

- Eso es increíble, nadie puede distinguirnos tan fácil y rápido, la cortada me la hizo mi madre para saber quién era quién, pero mi hermanito también de cortó ¿No te percataste de ese detalle? - si, lo hice.

- No soy ciega, claro que lo hice, pero una es un tanto más larga que otra. Ser una lectora empedernida me ayuda a mirar con más detalles y ojo crítico las cosas a mi alrededor - no hablo más cuando siento las punzadas en mi nariz.

- Dejen de hablar, te haces más daño- me regaña el egocéntrico.

Gemelo dos y yo asentimos, él me sonríe y acaricia mi cabello, con que objeto no sé.

- ¿Tenía que presentarse como mi prometido?- si, no puedo cerrar mi boca, el día que lo haga tendrán que preocuparse.

- En vista de que gusta abrir la boca, creo que tendríamos que buscarle algo más útil que hablar ¿Qué dices?- me siento traicionada, gemelo dos acaba de decir eso.

- Que lo intentes y te quedas sin pelotas- le digo con la misma sonrisa que él tiene.

- Eres muy peculiar, María, ninguna mujer había disimulado tan bien frente a nosotros- cruza sus piernas y coloca sus manos sobre su cabeza.

- Cierra la jodida boca, ella no tiene que seguir hablando. Los dos no digan una cosa más, parecen unos críos discutiendo por tonterías- Amin es el más... ¿Mandón? Si, no el gilipollas de mi jefe es tan recto.

Foto internacional (TMHA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora