∆Veinte∆

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María Isabel

Maldita vieja mal follada ¡Trajo a otra mujer a mi casa! Se atreve a faltarme el respeto presentando a su perfecta "nuera" estando yo aquí ¡No tiene respeto por nada!

No voy a culpar a la mujer, no sé quién es o qué busca aquí, pero claramente mi enojo se irá hacia mi amada suegra.
La mujer que trajo es muy bonita, hermosa la describe bien. No me siento intimidada, sé lo que valgo y estoy segura de ellos también por la mirada mortifera que le dedican a su madre.

La mujer con nombre horrible tiene el cabello negro corto hasta los hombros; ojos marrones claros con pestañas largas y arqueadas; cuerpo esbelto pero con grandes curvas sin decir que tiene más senos y caderas que yo.

Según sus estándares de belleza, ella sí cumple con los requisitos que tanto exige.

- Madre ¿Qué significa esto?- pregunta enojado y a punto de romperse los dientes Amin.

Mi suegrita sonríe inocente, creyendo que son idiotas para dejarse manipular por ella.

- Nada hijo, es que Morindia no tiene dónde quedarse y pensé que la mejor opción era que ustedes sean unos caballeros como me encargué de educarlos y dejarla pasar aquí unos días.- bueno, es claro que intenta manipular a sus hijos con su sonrisa dulce.

- Que pena que de caballeros tengamos los nombres y no lo demás. Madre, tenemos tres departamentos y dos casa grandes aquí, elige cual y preparamos todo para que la reciban- dice tranquilo pero contundente Anás.

- N...no hijos, yo pensaba que aquí era el mejor lugar ¿No recuerdan a Morindia? Ella es la hija del primer ministro de Arabia Saudi...- no habla más porque el fuerte grito de Baruk la calla.

- ¡Madre! No me hagas faltarte el respeto, no me gustaría hacerlo. Si, yo recuerdo quien es Morindia, y por eso mismo no la quiero cerca de María- no me gusta para nada ese tono, se volvió más brusco.

¿Quién es ella? Ahora sí tengo ganas de ser una vieja metiche.

- H...hijo, eso fue un error, uno que cualquiera puede cometer ¿A caso ustedes son perfectos? Digo, solo miren la elección de mujer que hicieron, eso es un e...- estaba por gritarle hasta lo feo que se le queda la ropa interior, pero Burak habla por mi.

- Madre, no nos importa lo que tengas que decir de nosotros, pero te voy a ordenar que le tengas respeto a la mujer que elegimos. Cómo te dijimos antes, no necesitamos tu permiso ni nada que se le parezca, es ella o nadie- no es el dulce Burak que me hace té todas las tardes.

- No me hablen así, se les olvida que soy su madre ¡Va a quedarse aquí y punto! Ninguno va a ne...- la pobre mujer con el peor nombre del mundo la calma con una sonrisa.

- Está bien, puedo irme a una de las propiedades que mencionaron antes, no quiero causar problemas con su novia y contigo.- esa familiaridad me da asco, no puede ser que mi "suegra" le caiga bien a alguien.

- No, te quedarás con mis hijos. Niños, María puede irse mientras que Morindia está aquí- bueno, ahora sí que me sacó lo malo.

- ¿Qué? Sabía que usted tenía algo en su cabecita llena de químicos por tanto tinte, pero no pensé que fuera tan grave como para necesitar una revisión médica.- en menos de cinco segundos ya tiene la cara roja.- Vamos a dejar algo en claro, ellos son mis novios y los dueños de la mansión dónde ahora YO vivo, por lo que las decisiones no caen sobre sus elegantes y delicados hombros- no me voy a dejar vencer por ella, que tenga dinero no la hace superior.

- Tú no tienes opinión en esto, como bien dijiste la casa es de ellos, no tuya ¡No vuelvas a hablarme!- bueno, su segundo error del día fue gritarme.

Foto internacional (TMHA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora