∆Veintitrés∆

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María Isabel

El abuelo ya lleva una semana en nuestra casa. Sí, ese fue otro avance en este tiempo tan corto, me siento como en mi verdadero hogar aquí junto a ellos y a pancho.

Mi compañero es muy amigo de todos, bueno casi, Amin sigue reacio a compartir tiempo con pancho, el trauma que tiene de niño no le permitió tener mascota o un corazón desde que tiene 15 años.

Lo siento por él pero si me quiere tendrá que aceptar a mi hijo no humano en su vida, hasta creo que la hace más interesante y menos aburrida.

Burak y Abdil empeoran la relación entre ellos gracias a sus brillantes ideas o bromas que involucran los calcetines, bóxers o zapatos de vestir hechos en Italia de Amin. Ser amargado que encuentra sus cosas e medio comer, telas o lo poco que quedaba en ciertos lugares de la cocina e incluso siendo enterradas en el patio.

Un día llegaron demasiado lejos cuando dejaron que pancho ingresara al despecho de Amin e hiciera lo que quisiera. Los detuve antes de que al más serio de los Abad le diera un ataque cardíaco o un derrame cerebral por las fuertes emociones.

Lastimosamente llegué más tarde lo que pensé, ellos ya habían ejecutado su broma, por poco caigo de las escaleras cuando el grito de Amin me alertó de la travesura de mi hijo de cuatro patas.

Yo también grité al entrar y ver la cantidad de papeles en el suelo con las marcas de los colmillos de panchos, algunos libros también fieron víctimas, sin contar con el portátil que Amin dejaba sobre el escritorio.

- ¡Orinó en mi portátil!- gritó lleno de ira, salió detrás de pancho tratando de atraparlo, pero cayó fuertemente al pisar otro charco de orina.

Pancho marcó territorio en media oficina.

Burak y Abdil salen del cuarto de juegos para ver el escándalo que Amin logra con sus insistentes frutos a mi hijo. No tardé en ir contra ellos y darles un golpe en la rodilla a cada uno.

- Van a pagar por esto- les amenacé una vez que los ví tirado en el suelo acariciando los golpes.

Digan no a la violencia.

Amin vuelve a saludar al suelo con su formado culo cuando pancho logra soltarse de su agarra y le muerde una nalga cuando tiene oportunidad.

Si me río me mata, si me río me mata.

Se levanta más enojado que nunca ¿Quién termina siendo la víctima de esa demostración? Si, la dueña de pancho.

- María, quiero a esa rata fuera de mi casa en media hora- ah no, claro que tocó la fibra más sensible de mi cuerpo.

Entiendo su furia, peor está mal dirigida.

- ¿Entonces también debo irme? Amin, mejor ve y educa a tus hermanos para que no usen a mi compañero para sus malditas bromas- se calma al notar que hablo en serio.

Yo no amenazo, actúo y él lo sabe.

- ¿Esos idiotas de nuevo?- asiento mirando a mi bebé esconderse debajo de la mesa.

Estoy a un pelín de ir hacia esos dos y patear más que sus rodillas por seguir jodiendo.

- Les arrancaré las pelotas por joderme- está desesperado, mueve sus manos frenéticamente, es más brusco cuando lo hace sobre su rostro y cabello - Aún así, tu mascota también tiene problemas- me señala con su puto dedo índice.

- No me señales - golpeo su mano - Es de mala educación. Además ¿No te dije quiénes eran los causantes de todo? Ve a por ellos y deja a mi niño en paz- vuelvo hacia el escondite de pancho.

Foto internacional (TMHA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora