🎅∆Sesenta y cinco∆🎅

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María Isabel

Me controlé como pude al ver a esa perra de Morindia Analdi en la sala de la mansión, mostrándose como una maldita reina cuando no es más que un alfil inútil que su padre piensa desechar en cuanto le sea posible.

Su deseo de amor paternal no hace más que cerrarle los ojos ante sus malos tratos, eso lo sé gracias a Hurrem, quién fue testigo de las torturas en vivo y en directo ¿Es tanto si deseo de enorgullecer a su padre que no ve esas banderas rojas? Pues si, todo porque él le prometió algo que al final no creo que cumpla.

Desde mi punto de vista no es una víctima, no importa lo que haya ocurrido en su pasado o lo que su padre le haya hecho, ella decidió seguir por el mismo camino aún cuando podía haber cambiado de dirección ¿Para qué hacerle daño a personas inocentes cuando ella atravesó por lo mismo? Simplemente porque lo disfruta y de víctima se convirtió en victimario.

Su nivel de culpa no es menor al de Johhannes o de Antonio, muchas de las acciones fueron planificadas por ella y esa es la evidencia contundente de que disfruta lo que hace.

Al principio me costó creer los relatos que me contaba Hurrem, ni siquiera mi padre fue tan cobarde como para torturarme cómo lo hace Johannes con Morindia, y eso qué es muy cobarde lo único que hizo fue tomar sus cosas y marcharse.
Sentí lástima por ella o eso fue hasta que recordé el daño que les hizo a mis Abad al presentarles a su mejor amiga, esa maldita que destruyó una familia y en cuyas manos encuentra la sangre de una mujer inocente.

Antes que sentir lástima al verla, mis nervios aumentaron tanto que creí que podrían desmayarme solo de enojo, porque mis manos añoraban poder arrancarle la vida por ser el ya quién me alejo en un inicio también de mis hombres.

Peor fue mi furia al verla sonriente, enfocando su mirada en la mía y saludándome a disimuladamente con una sonrisa más grande y cínica. Sabe que dos mujeres sufren casi las mismas torturas a la que ella fue sometida por su padre ¿Debería volver a sentir lástima? Si ella no lo expresa con nosotras menos lo haré yo con ella, sencillamente porque no lo merece.

Mentalmente determine que hoy iba a ser el día en el que cumpliría con la primer fase del plan, Antonio me vería en brazos de Johannes y ahí perdería completamente el juicio, las cosas se saldrían de control y ambas podríamos escapar fácilmente sin ser detectadas ya que los guardias se concentrarían en separarlos.

La inesperada presencia de Morindia lo arruinó en cierta medida, ella también estaría sobre nosotras y vería que ninguna saliera de aquí. Eso no va a detenerme, en la noche me pondré la lencería que Hurrem decidió que usara, iré detrás de Johhannes y esperaré a que caiga en mis manos.

No vamos a caer, no hoy.

Para mi mayor sorpresa y consternación me quedé muy cerca de la oficina de Johannes para tratar de oír algo, no contaba con que la oficina sería insonorizada por dentro y eso haría más difícil mi trabajo de espía.

Verlo salir me espantó, no era el mismo hombre cuando entró a esa oficina con su hija, parecía furioso y así mismo se sintió su beso, porque si, al verme me besó hasta dejarme sin respiración.

¿Hace falta que diga lo que sentí? Para qué quede claro fue asco, el doble de lo que siento cuando mis labios tocan otros que no sean los Abad.

- Espérame en tu habitación, volveré en la noche y haremos algo más que conversar - exteriormente sonrío ante su propuesta, por dentro estoy rogando que el sol no sé oculte y me permita poder respirar con tranquilidad.

Lo bueno es que finalmente cumpliré con mi cometido hoy, no hará falta que demuestre abiertamente las intenciones del llevar a Johannes a mi cama, él mismo acaba de entregar se gracias a su propia hija, porque estoy segura que ni siquiera el mismo sabe lo que hace por culpa de la furia qué Morindia provoca.

Foto internacional (TMHA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora