∆Sesenta y seis∆

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Abdil

A medida que el automóvil avanza mis nervios empeoran hasta tal punto de que me ganaré unas cuantas palizas apenas lleguemos a donde sea que Morindia se dirige.

Los seis vamos en un mismo automóvil, seguidos por cinco patrullas policiales y un helicóptero en caso de que quieran escapar por aire. También hay drones que son manejados desde las mismas patrullas para poder vigilar el perímetro y verificar la cantidad de gente que Johannes tiene bajo su poder.

Estamos convencidos de que la cantidad de no es pequeña, más porque los reclutamientos se hicieron en los barrios pobres de Arabia Saudita, esos mismos lugares en donde hay personas desesperadas por trabajo para darles de comer a su familia ¿Qué mejor que aprovecharse de personas humildes que desean cierta estabilidad?

El plan de Ibrahim salió a la perfección, repitió que ella confiaba tanto en su victoria que no se tomaría el tiempo de ver detalladamente lo que decían los papeles de transferencia, simplemente los tomaría e iría detrás de su padre para obtener aquello que siempre buscó y jamás obtuvo por culpa del machismo que Analdi maneja.

Orgullo de padre.

Nos escondimos muy bien dentro del auto cuando la vimos salir, fue bastante precavida al mirar por más de diez minutos los alrededores y finalmente subir a su automóvil para emprender el viaje a quién sabía dónde.

Suspiramos profundamente cuando pensamos en lo mismo, gracias a Allah  que no fue tan precavida con los papeles o nuestro plan se hubiera ido por el caño.

Desde que tengo uso de razón siempre tenía un conductor asomando ya que él ya se creía demasiado importante como para tocar el volante con sus propias manos, pero hoy decidió ser su propia conductora.

Nadie sabe dónde está Johhannes a excepción de ella.

- El abuelo se quedó en la mansión, dijo que no va a dejar sola a la señora Simons - la pobre mujer casi sufre un ataque cardíaco al saber que no teníamos un solo indicio del paradero de María, la tranquilizamos antes de ejecutar el plan ya que de otra forma no volvería a reunirse con su nieta.

Mis padres claramente están al tanto de todo y por ello abandonaron la empresa Analdi en cuanto le dijimos que Morindia había puesto rumbo a verse con su padre.

- Será difícil controlarlos a los tres, querrán matar al bastardo en cuanto lo tengan en sus manos - supongo que ellos también están pensando en cómo controlar a sus seis hijos.

- Yo no lo haré, estaré bastante entretenido golpeando a Antonio hasta dejarlo irreconocible - Baruk ya entrenó con él hace unos meses, ahora no mostrará piedad.

Hoy correrá sangre, y si Dios nos ayuda no será la nuestra.

- Detente - Anás está de copiloto, Amin de conductor y nosotros detrás.

Es un auto grande, creo que algo así necesitaremos cuando nuestros hijos lleguen al mundo.

- El comandante avisa que los drones ya capturaron una imágen - nos aconsejaron no acercarnos más de lo necesario a la propiedad, directamente no deberíamos estar en una redada tan importante en dónde nuestra vida corre peligro, pero en Arabia Saudita el dinero manda y nosotros tenemos en cantidades exorbitantes - Son quince - afirma me copia viendo la misma imagen que capturan los drones.

- Son pocos - concuerdo con Burak, pensábamos que serían muchos más - Creo que podríamos hacerle frente con la cantidad de policías que hay, contándonos también a nosotros y a nuestros padres - tenemos todas las de ganar.

Algo me inquieta, como un extraño presentimiento.

- Lo primordial es salvaguardar a María y a mamá, después de eso desataremos el infierno en esa mansión - ahora agradecemos las lecciones de casa que el abuelo nos daba de niños.

Foto internacional (TMHA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora