Foto internacional (TMHA)

∆Dieciocho∆

María Isabel

Mami vuelve a tomar esa botella de vidrio con un líquido transparente, es la quinta en dos días, todo cambió desde que papi se fue, ella ya no es cariñosa conmigo, dejó de ir trabajar, casi no cocina y lo peor es que llora mucho en las noches.

- ¿Mami?- pregunto suavemente para no hacerle enojar de nuevo.- Tengo hambre.- creo que mi última comida fue ayer en la mañana.

- Hay comida en la heladera.- es lo mismo que dijo ayer, pero no había nada.

Yo misma quise prender la hornalla de la cocina, pero me quemé la mano y ahora tengo un trapito que mojo cada media hora para aguantar.

No sé nada de mi abuelita, seguro que no sabe que tengo hambre o ella estaría junto a mi, cocinando como todos los domingos cuando íbamos a su casa, ya son dos semanas de eso.

- María, trae los cigarros que están en el cajón de la cocina.- ordena mami, y como siempre le hago caso.- Tu abuela vendrá por ti unos días.-

Salto de alegría, eso significa que mi abuelita si me dará de comer, su comida es mucho las rica y sana que la de mamá. No festejo más cuando sé que significa eso.

Ella va a dejarme como papi lo hizo con nosotras.

- ¿También te vas, mami?- pregunto al borde del llanto, estoy seguro que va a dejarme.- ¡Prometo ser buena!- me arrodillo frente a ella, lloro y lloro para que entienda que me duele que se vaya.

Papi no era tan cariñoso como mami, siempre que él se iba a trabajar ella jugaba conmigo hasta que yo por fin me aburría. Cuando volvía en la noche le gritaba a mami por no tener lista la cena, una vez la empujó tanto fuerte que estuvo en el hospital por días.

- Si cielo, me iré por unos días.- miro a mami, ella también está llorando.- Perdóname hija, no tuve la fuerza para soportar el abandono de tu padre, por eso me voy.- me aferro a su pierna cuando se pone de pie.

- ¡No me dejes, mami!- no quiero que mami se vaya, es lo único que me queda.

- Voy a volver por ti, pero tengo que ser la misma mami que tenías antes ¿Si? La que te daba de comer cosas deliciosas, la que te cantaba todas las noches ¿No extrañas a esa mami?- asiento sin dejar su pierna.

- ¿Volverás?- pregunto mirando su rostro, está igual de rojo y húmedo que el mío.

Mami llora mucho, todas las noches escucho como se desahoga hasta quedar dormida con una botella y el móvil junto a ella en la cama.

- Claro que sí, mi princesa necesita a su mami y por eso no va a dejarla sola.- me abraza, necesitaba mucho tenerla así.- Te amo, María, eres lo más hermoso que hice en mi vida.- sonrío un poco, siempre me decía eso.

- También te amo, mami ¿Saldremos al parque cuando vuelvas?- pregunto dejando de llorar y viéndola con emoción.

- Seremos lo de antes, solo que mejor.-

Por fin puedo abrir los ojos, ese sueño me acompañó por años luego de que ella diera su último respiro.
Se fue para curarse en un centro especializado para personas adictas a la bebida, estuvo ahí por cuatro meses antes de volver y decidir que viviríamos como mi abuela, yo no quería irme de ahí.

Estoy sudada, seguro que mi cuerpo estuvo moviéndose sin parar como una lombriz buscando despertar.

Mi madre lo era todo, pero dejé fuera de mi vida su recuerdo cuando decidió que un hombre era más importante que su propia hija, si, soy una persona rencorosa, no sé perdonar totalmente.