Extra VI "Parto en casa"

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Burak

Mes y medio pasó desde nuestra magnífica e inolvidable noche de bodas, somos tan felices que los días pasan con extrema rapidez.

La mierda que mis mujeres vivieron no es más que un fantasma que cada día se va desvaneciendo más y más, siendo solo una mala pesadilla que las volvió más fuerte y resistentes emocional y físicamente.

Ambas van a clases de defensa de personal juntas, fue uno de los puntos que el psicólogo sugirió para hacerlas sentir bien y a salvo.

María no hizo mucho gracias a nuestro hijo, sus clases eran muy básicas, por no decir que solo se sentaba a observar como mi madre sí aprendía más que ella.

Algo que no fue de nuestro agrado es que aún no sabemos el sexo del bebé, siempre se ocultaba cuando la doctora lo intentaba ¿No podía hacernos el favor de mostrarse? Más que nada para la decoración de la habitación, lo pintamos de amarillo con algunas decoraciones en verde claro.

No hace falta decir que el clóset es gigantesto gracias a los constantes obsequios de mamá y de la señora Simmons, con la diferencia de que la segunda hace todo a mano.

Cuida tanto a su bisnieto que Amin solo confía en ella cuando va al trabajo.

"Tiene permiso de usar la sandalia si no obedece"

Ese mismo día lo hizo con Ibrahim al cumplirle un antojo que claramente estaba prohibido por el doctor, nada de chocolate o cosas que sean muy dulces ¿Qué fue lo que mi hermano le llevó? Una barra enorme de chocolate puro, con tanta azúcar que el nivel de glucosa de María habría tocado la estratósfera.

Bueno, estoy dramatizando un poco.

Ibrahim fue tan astuto que causó lástima en María, ella lo consintió al permitirle dormir en la misma cama como disculpa por lo que hizo su abuela.

Desde ese día provocamos a la abuela para que nos golpee igual o más fuerte que a Ibrahim, no contamos con que se daría cuenta.
Tuvimos lo que buscamos, solo que ella se lo dijo a María y está a su vez se reía de nosotros hasta quedarse sin aire.

"El que busca, encuentra"

Repetía una y otra vez entre carcajadas, su abuela tampoco se quedó atrás, era como ver a dos adultas burlarse hasta el cansancio de niños pequeños e indefensos.

Como castigo por no salvarnos del maltrato físico de su abuela, no le cumplimos tres de los diez antojos que le dieron en el día.

Somos tan malos que tampoco le permitimos ver su película favorita tranquila.

Los que reíamos ahora éramos nosotros  cuatro, o eso hasta que Amin y Baruk llegaron de trabajar y escucharon llorar desconsoladamente a María por el "maltrato" que vivió ese tiempo con nosotros.

Su abuela la apoyó argumentando que ella nos rogó un pedazo de chocolate y nosotros no se lo quisimos dar ¿No es eso hipocresía? Golpeó a mi hermano el día anterior por romper las órdenes del doctor y ahora utilizó eso para acrecentar el malestar en los mayores protectores.

Las Álvarez son actrices expertas, hasta el abuelo cayó redondito en sus mentiras.

No buscamos más golpes, pero vaya que recibimos uno que otro en nuestro mal intento de huir de la furia de mis primos y del abuelo.

¡Les creyeron todo! Nos dejaron como los malos del cuento por no cumplir sus antojos.

- ¿Sigue molesta? - le pregunto a Ibrahim, él no tuvo la culpa de nada, y María recordó eso en medio de los golpes de Baruk.

Foto internacional (TMHA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora