IbrahimSabía que no sería fácil, volver luego de tantos años y ver a mis adorados hermanos me hizo reconocer lo que antes temía, sí soy el hijo de puta que Amin decía, no con palabras, sus ojos lo expresan todo con lujo de detalle.
Éramos los mejores amigos, nos contábamos todo, desde los sucesos felices hasta los tristes. Nos llevábamos tan bien entre los dos que teniendo una mansión dormíamos en la misma habitación, eran algo así como pijamadas diarias dónde los demás se unían cada tanto.
Arruiné eso por culpa de mi inseguridad y un deseo de libertad que no me llevó a ser feliz, no fue como lo imaginé y ahora lo estoy pagando con intereses.
Los extraño, hice mal en irme y creo que también en volver.
Mis padres lo remarcaron en la cena, no expresaron la alegría de mi madre al verme llegar y sentarme nuevamente en la que una vez fue mi silla seleccionada.
Hablaron tan contundentemente que por un leve instante no los reconocí, no me odian como mis hermanos, pero sí tienen rencor y no los culpo.
Ahora duermo en una cama de hotel, que si bien es lujosa no es comparable al calor de lo que sentía en mi antiguo hogar. Hasta los muebles me hacían sentir cómodo, como algo tan pequeño me… Trajo muchísimos recuerdos que ahora valoro como nunca antes.
El único ser que jamás va a perdonarme es el abuelo, cuando salí de la mansión después de la paliza que María me dió como regalo de bienvenida, él no me dirigió una sola mirada.
Vuelvo a mirar la botella de vodka que ordené al llegar, la bebida se convirtió en mi compañía luego de dejar ir a los que jamás me dejaron solos, el que falló fui yo.
Me alejé para hacerlos felices y volví porque creí que podría revivir ese sentimiento de hermandad que me complementaba, mismo que perdí por ser un imbécil que no se encontraba satisfecho con el amor que su familia le daba.
Además de otro factor, ese que apresuró mis planes de marcharme.
Yo también estaría con María si mis ganas de ser "libre" de la jaula de oro que ahora extraño, no me hubiera dominado.
Me gusta esa mujer, y si, soy más rápido que flash o el maldito rayo McQueen porque hace media hora estuve dentro de la puta ducha masturbándome como un niñato.
Ella me gusta y lo peor es que me odia, la forma de defender a mis hermanos demostró lo fuerte que es.
Golpear a Hurrem Abad podría ser considerado un evento histórico incomparable, se le colgó peor que como lo hizo conmigo.
No tengo ni una oportunidad con ella, me miró con tanto desprecio que por muy poco compite contra la incinerante que Amin y Burak me dieron desde que ingresaron a la puta oficina.
Se soltó de mí por la tardía intervención de quien sea que haya sido, no pude verlo, su cabello tapaba mi visión y sus insultos muy cerca de mis oídos que por poco destrozan mis tímpanos.
Dejo de lado mis decepcionantes pensamientos al oír unos pequeños toques a la puerta, si llega a ser una mujer del servicio juro por Dios que no voy a contenerme e incluso haré que pierda su trabajo por desobedecer la orden de no molestarme hasta que yo mismo llame a recepción.
— ¡Ordené no ser molestado! — grito molesto sin detenerme a ver a la persona que está frente a mí.
Mala idea, ella revive el dolor punzante en mi mejilla cuando me da otra bofetada.
— Tampoco estoy feliz de verte, pero fuerzas mayores me obligan a ver tu horrenda cara — me empuja y sin pedir permiso ingresa a mi habitación.
María detalla los alrededores del penhouse en lo que parecen ser segundos hasta volverse a verme, primero se enfoca en mi pecho desnudo y después llega a mis ojos.
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Foto internacional (TMHA)
Short Story|•| PRIMER LIBRO DE LA TRILOGÍA "MI HAREM ABAD" |•| Advertencia 🔞⚠️ Esta novela contiene lenguaje vulgar, escenas de violencia, abuso sexual, y daño psicológico. Leer bajo su propia responsabilidad. NO SE BUSCA OFENDER A NADIE CON EL CONTENIDO. ...