Extra II "El juicio"

11.2K 1.1K 77
                                    

María Isabel

Me reincorporo de la cama después de descansar las tres horas seguidas que Amin siempre me obliga a tomar para no caminar o sentarme de más.

Si, ese hombre es un jodido fastidioso de mierda ¿Qué tiene de malo sentarme a beber un jugo fresco de naranja en el jardín? Para él todo, dice que el sol podría ser malo para el bebé; que la naranja consumida en exceso también posee efectos negativos y que el sentarme constantemente daña irreversiblemente mi espalda.

Voy a matarlo antes de convertirme en su esposa, es el más controlador de los seis.

Si, dije seis porque así es, Ibrahim también es mío, aún no es nada oficial pero los demás están conscientes de ello y no creo que pase más tiempo en donde seamos pareja.

Me encanta su comportamiento, es bueno y siempre está al tanto de mis necesidades, llevándome a los controles médicos con una sonrisa que nadie lograba quitársela ¿Así o más tierno? Porque eso no es nada, él hace más cosas que nadie me creería.

Hice bien en darle una oportunidad hace dos meses; la hemos pasado juntos en diversas citas sin la presencia de nadie más y no puedo decir más que increíble, ese tiempo con él me hizo sentir más segura que antes, con un guardia más cubriendo mi espalda.

Me agrada saber que Ibrahim ya arregló los problemas con sus hermanos, lo hablaron mejor y entendieron que nadie más que Johhannes Anadil tiene la culpa de lo que pasó.

Es pasado, un mal pasado que cada día se esfuma en el aire gracias a la terapia que Hurrem y yo tomamos para aprender a superar lo que nos dolió tanto ambas, siempre contando con el apoyo de mis seis hombres, los abuelos y mis suegros.

Antonio no es más que alguien sin importancia, ya no me interesa recordar el dolor que me hizo sentir desde que lo conocí.

Hoy se cierra para siempre ese desgarrador pasado, hoy Morindia Analdi será juzgada por múltiples delitos: robo, malversación de fondos, secuestro, intento de asesinato y asesinato en primer grado. Un sucio uniforme naranja es lo que le espera por el resto de su vida, si no la sentencian a morir ahoracada.

No quiero ir, ninguna de las dos quiere, pero somos testigos claves y como tal no hay oportunidad de negarse o también estaríamos a punto de ser enjuiciadas por cómplices.

Es hora de salir y verla de nuevo, mostraré con una sonrisa lo feliz que soy y el hermoso vientre de casi tres meses que cargo. Mi mayor venganza hacia ella será ver su rostro lleno de furia por mi nueva vida.

Una que ella no puede arruinar, ya no más.

— ¿Amor? — Ibrahim ingresa a mí habitación con la comida que le pedí — ¿Estas bien? — debe decirlo por la cara de tonta que tenía al verme por el espejo.

Amo ver cómo va creciendo mi vientre, el desarrollo de mi hijo es tan importante que Anás y Abdil lo capturan en muchísimas fotografías. 

— Si, solo un poco nerviosa — oficialmente no somos pareja, pero nuestras demostraciones de afecto y lo cercano que se ha vuelto a sus hermanos demuestra otra cosa.

Ya no duerme más en esa lujosa habitación de hotel, ahora ocupa una habitación dentro de la mansión y en el mismo piso que sus hermanos.

— Mamá se encuentra igual, puede que peor — ella conoce a Morondia antes que yo, no nos relacionamos mucho — Mi fuerte y valiente María — terminaba de vertirme cuando él entró, llevo puesto un traje formal a pedido de la corte — Ella no puede hacerte nada, antes acabo con ella.

Ya está acaba, ella misma se arrojó a ese abismo al depender del amor de un hombre sin corazón.

— ¿Cómo está el pequeño de papá? — su mano acaricia lentamente el pequeño bulto en mi vientre, no es grande, pero si se nota bastante.

Foto internacional (TMHA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora