Foto internacional (TMHA)

∆Cuarenta y seis∆

Baruk

Ninguno de los tres esperaba que Amin y Burak llegaran a la mansión erupcionando como dos malditos volcanes ¿La jodida razón? María e Ibrahim juntos ¡Juntos! Con un demonio que eso me enfadó hasta el punto de que no me calmé al hablarle.

Soy bastante gritón en cuanto a mi vida diaria, solo así mis empleados trabajan con eficiencia; pero odié levantarle la voz a ella, a mi adorada María.

No controlé mi furia, el solo imaginaros juntos me partió el corazón ¿No éramos suficientes para ella? Sabía que esa pregunta rompería la poca confianza que con mucho esfuerzo se estaba formando entre los seis, más al ver la desilusión y tristeza en sus hermosos ojos.

Fuimos unos ineptos, María no sería capaz de engañarnos, no sabiendo que ella misma pasó por algo así con ese gilipollas de Antonio hace poco más de tres meses.

Sabe lo doloroso que es, ella misma dijo que nunca lo haría porque nosotros saldremos heridos.

Salí de la mansión para relajarme, creo que fue buena idea la de María. Unas horas alejados despejará la mente de los seis, hablar en caliente puede ser peor y hasta lograría romper lo que tenemos.

No, ni en peores pesadillas permitiría que algo así pasara, no cuando ya estoy tan enamorado de mi loca e irrepetible María Isabel, la mujer que fue nuestra gracias a una fotografía.

Conduzco sin un rumbo establecido, en mi forma de flexionar sobre la vida. Solo así mi mente se desprende de las preocupaciones para darle paso a las soluciones, en este maldito caso encuentro una.

Enfrentar a Ibrahim, saber que busca con María y aclararle que ella es nuestra.
Soy muy celoso, de ser yo hace rato le destrozaba la cara de Ibrahim hasta dejarlo irreconocible. Amin se controló, Burak ni hablar, siempre fueron impulsivos al tratarse de los suyos.

María desorienta cada parte de nosotros, llegó a nuestra vida para darle ese toque de espontaneidad y felicidad que antes no sabíamos que faltaba, no hasta ví la alegría en los ojos de Amin el día de la fiesta.

Ella es especial, no vamos a perder a esa mujer sin importar lo mucho que se esfuercen por separarnos, desde nuestra madre a su ex novio o padre.

Pensando en eso, no hablo con mamá desde la fiesta hace casi una semana ¿Habrá recapacitado sobre María? No sé, Hurrem Abad es terca y obstinada, de ahí que seamos así los cinco.

Esa mujer no es mi madre, ella no juzgaba a las personas por su físico, religión u orientación sexual, y ahora desprecia a María por Morindia ¡¿En qué mierda piensa?! Es que ella sabe la atrocidad que esa perra cometió contra nosotros, mi tía no soportó tanto sufrimiento y decidió dar por terminada su vida ¿Fue justo? No, su esposo, el padre de los gemelos es un bastardo, dejarla para ir con la novia de sus hijos y sobrinos.

¿Quién hace eso? Digo, él sabía que esa mujer solo lo buscaba por su dinero, porque atractivo no era.

Morindia la ayudó en sus planes, hasta creo que ella buscaba eso para desestabilizar el poder de los Abad y así concentrarlo en su horrendo padre, el primer ministro.

Mierda, necesito ir con mamá y saber qué pasa por su mente ¡Ella no era así! Supongo que está en su departamento de soltera, siempre va ahí cuando necesita descansar de la presión que cae sobre sus hombros por ser la esposa de los Abad.

Varios conductores gritan gloresias por culpa de maniobra, giro el volante hasta derrapar sobre el asfalto para ir en dirección contraria. Mamá vive en el norte y yo estaba rumbo al sur.

Hoy sabré que pasó con mi madre.

— ¿Quién es? — pregunta ella cuando estoy frente a su puerta, rompí más de una ley de tránsito al pasar los semáforos en rojo y no detenerme en las señales de alto.