La Gorda Del GYM

Caída

"No hay mejor forma que vencer los miedos, que enfrentándolos, ni mejor forma de vencer al enemigo que haciéndole saber que no le temes más"

Le di un codazo a Martin que se encontraba sumergido en la conversación con su padre y Victoria; para que observará la entrada de Erick y Yessica, este volteo, se quedó atónito unos segundos luego sonrió con aire de nostalgia, se que la culpa aún carcome su alma.

— Se ven muy bien juntos ¿No crees? — dijo al fin.

— Si, se ven muy bien juntos — recalque.

— Yessica se ve mucho mejor, me siento aliviado, ella por fin podrá avanzar y está sanando — observé a Martin a los ojos, mientras el contemplaba a Yessica, y sus ojos se cristalizaron, verla removían muchas cosas en él.

— Me alegro mucho por ella, hoy cerrará ese ciclo de su vida que tanto la daño — tome la mano de Martin y la apreté — y tú estarás bien.

Se que aún que no lo diga, Martin estaba agobiando, su madre pronto estaría tras las rejas, era cuestión de horas o minutos posiblemente, también era un cierre de ciclo para él, ese ciclo tóxico con su madre.

— ¿Podemos sentarnos con ustedes? — dijo Erick en cuanto llegaron junto a nosotros, lo pregunto más por cortesía, por qué sabía que todos estaríamos juntos contemplado el espectáculo.

— Claro — dijo Martin.

— Te ves hermosa — dije poniéndome de pie y dándole un abrazo a Yessica, no soy de dar abrazos, pero a ella si, y está me correspondió.

— Tu también estás hermosa, veo que has cambiando mucho — se a que se refería, antes no tenía la confianza de vestirme así, pero ahora hacia callar  mis inseguridades, a mi mente y a las voces del exterior.

— Todo está listo — dijo Erick curando sus manos sobre la mesa, he inclinándose, para que lo escuchamos mejor — en menos de una hora la policía pondrá en marcha el operativo.

— ¿Crees que todo saldrá bien? — Martin frunció el ceño, con preocupación.

— Ya está en manos de las autoridades, relájate, que todo saldrá bien, solo contemplemos el espectáculo.

El rechinido del micrófono aperturado, hizo que todos dirigieran su atención al escenario, y una ensordecedora lluvia de aplausos se dejó oír, era Teresa la que se disponía a hablar, llevaba un maldito vestido negro, tan negro como su alma y los labios pintados de rojo, tal como la jodida villana que era, me es imposible no denotar cuanto odiaba a aquella mujer, por todo el daño que había causado, quien podía imaginar las atrocidades que esa "mujer de alta sociedad" había sido capaz de hacer, más de alguno se quedará con la boca abierta está noche.

Su mirada se detuvo en nuestra mesa, y palideció, podía deducir por qué, la presencia de Yessica, eso era, su rostro se llenó de terror como si hubiese visto a un fantasma, pero para su desgracia, Yessica estaba más viva que nunca, y estaba ahí para presenciar su caída.

Con poca sutileza, endureció su rostro, seguramente estaba maquinado algún plan, y como toda buena actriz que era se dirigió a la audiencia espectante.

Comenzó ha hablar de todos su proyectos de " Beneficencia", de como las donaciones que hicieran el día de hoy serían dirigidos a su bolsillo, ¡Ah! No esperan, eso debió haber dicho, pero no, dijo que sería dirigido al hospital Nacional de Niños, para combatir el cáncer; esta mujer no solo estaba condenando su cuerpo si no también su alma.

Después de hablar tantas patrañas, agradeció a todos los benefactores que apoyaban su causa; a decir verdad nunca entendí por qué una mujer como ella con un nivel social tan alto, con más dinero del que yo veré junto en mi vida, tiene necesidad de hacer este tipo de cosas y solo me quedaba una respuesta "Ambición" por qué nunca estamos satisfechos con lo que tenemos.