Mi cabeza no dejaba de dar vueltas, no pude concentrarme en el trabajo, todo el día mi mente se ausento de mi cuerpo, acomode las cosas en mi escritorio, ya era la hora de salida, no tenía animo de asistir a la despedida de Fernanda, no quería verle la cara a Martin, hoy más que nunca, pero lo había prometido, no podía esconder la cara en la tierra como si fuera una avestruz.
Me levante con una mejor actitud de mi asiento, disfrutaría esta noche, bebería hasta el cansancio y bailaría hasta que dejara de sentir mis pies, no puedo permitir que me siga hundiendo, hoy "Martin que se vaya al diablo".
Llegue a casa, y otra vez el maldito auto negro en la esquina, si no estuviera precisa, iría y le preguntaría que mierda quiere, porque ya son demasiadas veces en el mismo lugar, pero sería otro día, más le vale no estar ahí mañana.
Subí a mi habitación, abrí mi closet y busque un atuendo acorde a la situación, una falda negra de lona que se me pegaba al cuerpo y una camisa blanca holgada que trasparentaba el sostén negro que llevaba debajo, unos tenis altos o rústicos como yo los llamaba, me solté el cabello (me vestí de gala, me puse tacones, bueno esos no, quería comodidad para moverme como yo quiera), y ya estaba lista, llame un taxi para que me llevara al bar de siempre donde sería la fiesta.
Llevaba una canción en mente, Fernanda dijo que habría karaoke, y yo pienso cantar hasta desgarrarme la garganta, no hay mejor forma de desahogarse, y esta noche lo haría.
Entre al lugar, había más gente de la que pensé, creo que amigos de los novios, algunos los conocía a otros no, pero me termina dando igual, mi vista se desvía a una mesa en el fondo del lugar donde estaban mis amigas con sus novios y la tragedia de mi vida, Martin.
Me dirigí con paso firme hacia ellos, salude a mis amigas y a sus novios, ignorando por completo la molesta existencia que se encontraba con ellos.
— ¿Por qué no saludaste a Martin?— me dijo Aurora tocándome con el codo.
— Porque no me da la gana, además él tampoco lo hizo.
— Estas muy rara, tu nos ocultas algo— me miro con los ojos entre cerrados.
— Ya Aurora no comiences, déjame ser libre esta noche.
— Vamos a bailar— propuso Fernanda, ajena a la conversación que manteníamos con Aurora.
— Si vamos— contesto Aurora, jalando a su novio a la pista de baile.
— ¿Vienes?— me pregunto Fernanda.
— Si, solo iré a la barra por un trago, adelántense ustedes.
— Bueno— se acercó y susurro — seguro Martin te sacara a bailar, no te ha quitado la mirada desde que llegaste— solo asentí, si supiera que con el ya baile hasta en la cama, y que ahora no quiero ni que se me acerque.
— Está bien, pero vayan ya, no hagas esperar a tu novio.
— Diviértete.
— Lo intentare.
Mire a las dos parejas perderse entre la gente que bailaba con la música a todo volumen, me levante de la silla y camine directo a la barra.
— Un wiskey doble en las rocas— le dije al Bartender, este asintió y fue por mi pedido.
— No que la señorita no tomaba— susurro sobre mi oído, su aliento roso mi oreja y olía igual que siempre.
— Hazme el favor de no arruinarme la noche, ve a buscar con quien pasarla bien. — el bartender trajo mi trago, y lo bebí de un sorbo, le pedí otro.
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La Gorda Del GYM
Teen FictionLlene de aire mis pulmones, tratando de tomar el valor que aun me faltaba-tienes que hacerlo, es por salud, por tu propio bien- me repetía - tu puedes- seguía animándome internamente. Cuando puse mi primer pie dentro del Gym, cuando por fin me atrev...