La Gorda Del GYM

¿Cuanto es para siempre?

Me tomo de la mano y me guío a la pista de baile, posó su mano en mi cintura, acercando mas mi cuerpo al suyo, coloque mi mano sobre su hombro, y el junto nuestras manos, nos movimos al lento ritmo de la musica, la tenue luz de aquel salon, hacia que el ambiente se volviera un tanto romántico, nos miramos directo a los ojos y no lo soporte mas.

- Esto me trae malos recuerdos - solté.

- ¿Porque? - pregunto.

- Este es la segunda vez que bailas conmigo, la primera fue antes que desaparecieras.

- Creeme que esta vez me quedaré.

- Quisiera creerte.

- Creeme, dame una oportunidad de demostrarte que te amo, y que esta vez me quedare para siempre.

- ¿Cuanto es para siempre?- una sonrisa incredula se dibujo en mis labios.

- Lo que tu quieras que sea - lo mire detenidamente por unos segundos, ¿debía intentarlo? ¿en verdad se quedaria esta vez?

La música se detuvo y el sonido del micrófono llamo la atención de todos, era hora del brindis por los novios, todos sostuvieron las copas en alto, deseandoles una felicidad duradera a los novios, mire en direccion a mi amiga y su ahora esposo Luis, se veían tan felices, tanto que parecía que sería eterna.

- ¿Algun dia estaremos tan felices como ellos? - susurre para mi misma.

- Prometo que así será - Martin me susurro al oido, al parecer lo dije mas alto de lo que imaginé y mi corazon dio un vuelco.

- El micrófono queda abierto a quien quiera felicitar y dedicarle algunas palabras a la feliz pareja - dijo Alberto.

Los papás de los novios pasaron a dar sus felicitaciones, estaban tan o mas emocionados que los recien casados, luego paso mi amiga Aurora.

- Fernanda, ademas de mi amiga eres mi hermana del alma, me emociona saber que quedas en buenas manos, espero que Luisito se porte bien, si no ya sabe, en fin les deseo lo mejor del mundo, la felicidad infinita y que envejescan juntos - tan Aurora como siempre, ni yo pude haberlo dicho mejor, luego me hizo señas que subiera.

No es que no quisiera dar mis palabras de felicitación a mi amiga, pero me cagaba de los nervios (panico escénico le dicen), y si ya lo se ¿como fue que en la despedida subiste a cantar como loca? Bien, tenia como 10 copitas de mas, y ahora apenas le di un sorbo a la copa de champán.

- Anda, ve y felicita a tu amiga - puso su mano en mi hombro, y me regalo una de sus sonrisas tranquilas que calmaban mi interior.

- Me enorgullece saber, que has comenzado un nuevo ciclo de tu vida, y me llena de felicidad, verte sonreir de esa manera, espero que esa sonrisa nunca se borre de tu rostro, y se que Luis se encargara de ello, les deseo una larga vida juntos, y mucha felicidad. - los mire a ambos, todo mis deseos eran sinceros y ambos lo sabian.

Baje, y me dirigí a mi lugar, Martin paso por mi lado, al parecer el tambien queria felicitarlos, me tomo del brazo cuando estuvo junto a mi.

- Pon mucha atencion - me dejó confusa, ¿que tramaba? Dirigi toda mi atencion a él.

- Bueno, en primer lugar quiero felicitara mi amigo Luis, desearle que su amor sea duradero junto a su esposa, que tengan una familia sólida, estable y llena de felicidad.- saco el micrófono del atril - y le pedi este espacio a mi amigo para dedicarle una cancion a una mujer muy especial.

Me quede helada, cuando me señalo, todos aplaudieron y soltaron muchos "wow" y silbidos, luego comenzó a cantar "M Conformo" de Pol Granch.

Mis amigas me miraban con emocion, y con sus pulgares arriba, escuche la canción hasta el final sin moverme ni un centímetro del lugar donde me encontraba, aunque las ganas de salir corriendo casi me vencen.

- Y solo quiero agregar que "Te amo" Alisson Dubon - coloco el micrófono en el lugar.

Bajo a toda prisa, se dirigió a mi y atrapo mi rostro con sus manos.

- ¿Que estas haciendo? - susurre.

- Demostrandote que te amo y quiero que todos lo sepan.

Y me beso, me beso frente a todas las personas que se encontraban en ese lugar, sin importar lo que pensaran, sin importar quien nos mirara, lo hizo público y por alguna razón se sentía bien.

Enrrede mis brazos en su cuello, y correspondi aquel beso, con la misma intensidad que él.

Tal parece que lo nuestro no se va acabar.