Mi Primer Día.

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No es que eligiera ser gorda, en realidad ¿quien lo haría?, ¡oh vamos! no me digan que mas de alguno, porque no creo que alguien tome la decisión de ser insultado, maltratado, mal visto, o aguantar esos estúpidos comentarios cuando te tropiezas y caes, de " se va romper el suelo" o "esta temblando".

Para mi desgracia, fui castigada con un metabolismo muy lento, donde cualquier cosa que coma me engorda, parezco una esponja andante, llegue a creer que hasta el agua me engordaba,  y créanme, no es como la sociedad se ha encargado de promocionar, las personas gordas no todas lo somos por comer desmedidamente o por que devoramos todo lo que se nos atraviesa, simplemente nuestro metabolismo no nos ayuda mucho.

Recuerdo que tenia una amiga que prácticamente,  comía el doble que yo, y no engordaba, siempre pensé " has sido bendecida con el don de comer, comer y no engordar" y bueno yo la verdad la envidiaba por eso.

Y algo que no me ayudaba mucho, era una estúpida sociedad de mierda, que se encargaba de recordarme lo gorda que estaba y  hacerme sentir como una sucia basura asquerosa que no vale nada,  así fue como llegue al punto donde estoy, caí en una depresión donde me encargue de comer cosas que no debía comer, y en los tiempos donde no debía consumirlos, y así fue como gane mas peso del que ya tenia, !ah! aveces desee que mi depresión fuera de esas que te quita el hambre y no de la que hace que rompas tus hábitos alimenticios al extremo.

Para mi suerte, logre salir de esa depresión, entendí que yo no era el problema era esta sociedad y sus estándares que estaban mal, que yo aun estando gorda, valía mucho, y tenia que darme mi lugar, y como dicen " primero tienes que creértelo tu, después el mundo y si no que se jodan", todos sufrimos por diferentes cosas, así como yo sufrí por ser gorda, así también muchos están sufriendo por ser gay, por su color de piel, por su nacionalidad, incluso por ser muy delgada, aunque suene irónico, porque "la sociedad" se encarga de hacernos creer que esta mal y que no valemos nada, pero bueno todo esta en nosotros luchar o dejar que nos pisoteen, algo que a mi me toco aprenderlo a la mala.

Después de una larga reflexión sobre la vida, por recomendación de mi medico y decisión propia, estaba entrando  al gym, no es que pensara ser delgada, pero debía hacerlo por salud, y créanme estoy muy sana según mi medico, pero quiere evitar futuras enfermedades, y bueno creo que esta bien poner de mi parte y si pierdo un poco de peso en el proceso no estaría mal.

Busque al encargado con la mirada, y eche un vistazo rápido a las personas que se encontraban dentro, todos con buenos cuerpos, las mujeres tenían un abdomen y unas piernas de infarto, los chicos con sus traseros bien tonificados, que incitaban a ser tocados, y unas piernas bien torneadas, envidiable, unos brazos ¡ufff! que mas puedo decir.

Pero mi mirada se detuvo en un chico en especifico, y me tome el atrevimiento de observarlo por un momento, tenia una piel tan blanca, era muy lindo, un cuerpo bien trabajado tanto que ¡ oh Dios Santo, yo ahí sin peco!.

En ese instante caí en la realidad, mi realidad, todos con buenos cuerpos, y nadie como yo, eso me convertía a mi en: (redobles por favor) " La Gorda del Gym".

—Hola, ¿en que puedo ayudarte? —una chica muy amable se me acerco — me llamo Rosy y soy la esposa del encargado.

— Un gusto Rosy —respondí con la misma amabilidad— pues he venido a inscribirme.

— Bueno sígueme.

Fui tras ella, me llevo a un escritorio al fondo del establecimiento, y mientras caminaba entre las personas que se ejercitaban, sentí muchas miradas posarse sobre mi, no quisiera imaginarme que estarán pensando, por que de seguro no sera nada bueno y eso me haría  daño.

—Dime ¿ pagaras el mes o solo por este día?— volví mi atención a Rosy, que sacaba un enorme libro de actas del escritorio.

—El mes— dije sin pensarlo mucho, si iba esforzarme, lo haría de verdad, y pagar el mes, me obligaría a ser constante, ya que soy de esas personas que no les gusta perder su dinero en cosas que no usa.

— Bueno, ¿ como te llamas?.

— Alisson Dubon — ella rápidamente lo anoto, y me pido subir  a la bascula, me peso y lo anoto junto a mi nombre y fecha de ingreso.

— Un gusto Alisson, lindo nombre por cierto — le agradezco y sigue — ahora vamos te mostrare los ejercicios que harás y los tiempos.

Y así comenzó mi primer día, entre miradas y mucho cansancio, mental y físico por cierto.

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Bueno, a las personitas que lean esta historia, espero la tomen bien, creanme que en ella plasmare algunas cosas que he sentido o vivido.

gracias por leer  y talvez algo ayude a alguien, tambien espero no ofender a nadie.

muchos abrazos!!!!       One Soul




La Gorda Del GYMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora