Las lágrimas cesaron, nos encontrábamos sentados en un largo sofá que estaba en medio de la cabaña, Martin insistió tanto en saber el porqué de mi llanto tan repentino, que termine contándole todo lo que había pasado.
— Es un maldito hdp, ¿cómo pudiste ser tan ingenua? — pregunto acunando mi rostro con sus manos, con sus dedos pulgares limpio el rastro que aquellas lagrimas habían dejado a su paso.
— Estaba enamorada, perdidamente enamorada— confesé con dolor en mi alma.
— Ese idiota merece que alguien le dé su merecido.— No te preocupes ya el karma se encargó de él.
— ¿Aun sigues enamorad de ese idiota? — pregunto con los dientes apretados
— Sería una estúpida sin dignidad, si siguiera enamorada de ese hombre ¿Cómo puedes amar alguien que te hizo tanto daño?
— ¿sabes que ha sido de él? — pregunto suavizando la expresión de su rostro.
— Pues sé que se casó con una mujer muy bonita, tuvo un hijo, pero la mujer le pago mal, se divorció y se consumió en el alcohol— no me alegraba su desgracia, pero si podía decir que se lo merecía— ¿recuerdas aquel borracho del que me salvaste la vez pasada?
— Si lo recuerdo.
— Era él— el estómago se me revolvió recordando ese fatídico día, casi termino violada por el hombre que me desprecio, y las lágrimas hicieron asomo otra vez.
— Ven acá— me hizo sentarme sobre sus piernas y me miro a los ojos.
— Oye te dolerán las piernas por mi peso. — este rio ante mi comentario.
— Eres experta en arruinar los momentos— sonreí encogiendo mis hombros.
— Está en mi naturaleza.
— Sabes estas piernas son tan fuertes para sostenerte y estos brazos tan fuertes para cargarte, por eso no te preocupes.
— Tan modesto como siempre. — quedamos en silencio sosteniendo nuestras miradas.
— Lo siento — dijo de repente, lo mire confundida.
— ¿Por qué?
— Por todo el daño que te han hecho y que yo también te he causado, por tratarte mal, por decirte esas cosas horribles, yo solo quería alejarte, pero creo que esa no fue la mejor manera.
— ¿Por qué querías alejarme?
— Es difícil de explicar, me recuerdas tanto a una persona que fue muy importante para mí, — acaricio mi mejilla — solo te diré una cosa no te enamores de mí, y si sientes que no podrás cumplir el contrato, te libero de él.
— ¿Se acabaría todo esto si renuncio al contrato?
— Tendría que terminar aquí.
Mi mente analizaba la situación, aunque suene masoquista, no quería que esto terminara, sé que este es un juego peligroso y que puedo quemarme, pero prefería quemarme, a negarme a tener este romance fugaz que tanto desee.
— Pero no quiero que termine, sigamos con el contrato hasta que termine el tiempo establecido, te quito toda responsabilidad, y acepto las condiciones de forma voluntaria.
— No puedo prometer que no te hare daño.
— No lo prometas entonces, solo bésame. — acune sus mejillas con mis manos, y le estampe un beso en los labios
.— Alisson— fue la primera vez que me llamo por mi nombre completo— eres hermosa y muy buena en la cama— me miro con picardía— nunca dejes que te digan lo contrario, ni siquiera yo, ¿estamos?
— Estamos.
Me recosté en su pecho y así nos quedamos por mucho tiempo, no podría decir por cuando, solo que fue liberador.
Salimos a dar una vuelta por la finca, esta le pertenecía a la familia de Martin, se dedicaban principalmente a la siembra y corta de café, aunque también había otros árboles frutales, era un lugar hermoso alejado del bullicio de la ciudad, con aire fresco, para respirar, me quedaría aquí para toda mi vida.
— Delicioso— cerré mis ojos, respirando profundo ese aire tan limpio
— ¿Yo? — pregunto tentativo abrazándome por la espalda.
— No, este frio es delicioso.
— Insinúas que no soy delicioso.
— Bueno tendría que seguirte probando para tomar una decisión. — me dio la vuelta y me beso, nunca me cansaría de besar esos labios. — Tú eres delicioso, eres adictivo.
— Yo pienso lo mismo de vos.
Seguimos el recorrido por aquel lugar, me llevo donde tostaban y molían el café, el olor era delicioso, amo tanto el café, que no pude resistir la tentación de tomarme una taza.
— ¿Qué te pareció? Ese tipo de café es nuestra especialidad.
— Riquísimo ¿puedo tomar otra? — le dije extendiéndole la taza nuevamente.
— Toma todo lo que quieras, tómame a mí también si quieres— le di un beso con sabor a café, aun mas deliciosos que los últimos.
— Así me gusta, una mujer con iniciativa, aprendes rápido.
— Tengo el mejor maestro y el más cruel.
— ¿Cruel?
— Sí, me hace desearlo más que el agua.
Entre risas y provocaciones se nos pasó el día tan rápido, que ya casi era hora de volver, si por mi fuera me quedaría más tiempo, pero tenemos que volver a nuestra rutina.
Este viaje corto fue bueno y malo a la vez, bueno porque me sentía más confiada en él, y malo porque sentía un vacío cada vez que tenía que dejarlo, cada vez que recordaba que era un contrato, pero yo misma acepte, para seguir viviendo esto con él, así que solo me toca prepararme emocionalmente para las consecuencias que esta relación me pueda acarrear.
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La Gorda Del GYM
Novela JuvenilLlene de aire mis pulmones, tratando de tomar el valor que aun me faltaba-tienes que hacerlo, es por salud, por tu propio bien- me repetía - tu puedes- seguía animándome internamente. Cuando puse mi primer pie dentro del Gym, cuando por fin me atrev...