La Gorda Del GYM

Me Gusta Verte Feliz.

Esta semana ha sido todo un encanto, recibí diariamente un mensaje de buenos días y de buenas noches de parte de Martin, y no les voy a negar la satisfacción y emoción que aquello me generaba, además de la estúpida sonrisa que se dibujaba en mis labios cada que los leía, ¿así se sentía estar enamorada?

Mi celular vibro sobre la mesita de noche, toda mi vida lo manejo en vibrador o silencio (nadie además de mis amigas y mis padres me llamaban; y eso que a veces lo hacían), mire el nombre del contacto y como era de esperarse "Martin", ¿Qué?, no me digan que esperaban que se leyera "el amor de mi vida" o algo por el estilo, pues no simplemente se leía así "Martin", pero me acaba de entrar la duda de cómo me tendrá agendada, con tal no me tenga como "Juan mecánico" me conformo.

Di vueltas en la cama, aún era muy temprano, leí el mensaje: "paso por ti en media hora, mi amor", media hora era muy poco tiempo, por suerte había preparado mi maleta un día antes, serian dos días fuera de casa, Martin me advirtió que llevara abrigo, y ropa para invierno, no podía imaginarme donde iríamos, el clima de mi país es tropical, acá no nieva, y son raros los lugares que tengan un clima realmente tan frio como para que ocupes un buen abrigo, así que como pueden deducir no tengo un buen abrigo, ni modo, un suéter y ya.

Siempre he deseado ver y sentir como es la nieve, en los programas de televisión parece divertido, pero con las altas temperaturas en mi país, eso se vuelve un sueño que jamás podría cumplir, por que viajar a un país donde nieve es aún más imposible todavía.

Me despedí de mis padres, y salí en cuanto escuche el sonido del claxon, que curiosamente no era el habitual, una microbús estaba aparcada frente a la casa, Martin salió en ese mismo instante.

- Vamos amor que se nos hace tarde- dijo tomando mi maleta y entregándola al encargado.

- ¿Por que contrataste transporte privado, si solo vamos nosotros dos?- pregunte con curiosidad, ¿Qué estaba tramando?  

- Por que nosotros también vamos- dijo Aurora asomándose por las ventana polarizadas.

- Esperamos no molestarlos - ahora Fernanda hizo su aparición.

- ¡Chicas! - dije subiendo a toda prisa, salude a Luis y Alberto, que también estaban dentro - ¿Por que no me dijeron que vendrían?

- Pregúntale a Martin, el nos pidió de favor que no te lo dijéramos - dijo Fernanda, y todos los demás asintieron.

-  No se como nos convenció, pero lo mantuvimos en secreto - Aurora se cruzo de brazos recostándose en  Alberto. - ¿cierto amor?

- Si, y como negarle eso a nuestro amigo enamorado- respondió Alberto con diversión.

- Nos suplico con carita de perrito regañado, que no te hiciéramos mención, que era una sorpresa - dijo Luis susurrando eso ultimo.

- Ya déjense de estupideces - intervino Martin, dirigiéndose a sus amigos, mas que molesto se veía avergonzado - acomódense chicas que será un viaje de 5  horas y tu ven conmigo.

Me tomo de la mano, me dio el asiento junto a la ventana, y le agradecí, yo adoro viajar junto a la ventana, para mi no es un buen viaje, si no vas junto a la ventana, te pierdes de mucho.

- Recuéstate en mi hombro, y trata de descansar, va ser un viaje cansado.

- ¿ Donde vamos? - no pude evitar preguntar, la curiosidad me carcomía por dentro.

- Es una sorpresa, no coma ansias.

Nos pusimos en marcha, Martin había contratado a "Transporte Zelaya" era muy cómodo viajar con ellos, además eran muy amables.