Llego el sábado, hoy no iría al gimnasio, descansaría de verle la cara a Martín, porque a veces parece un castigo. En mi mente aun daban vueltas las palabras que le dijo Erick a Martín el día que discutieron, ¿Cuáles serán esos traumas de los que hablaban y que tiene que ver eso conmigo?
— ¿Escucharon del nuevo servicio de citas?— pregunto Fernanda.
Me encontraba con mis dos amigas, sentadas en una cafetería, ellas hablaban animadamente, mientras yo, bueno yo me perdía viendo por la ventana y moviendo mi chocolate caliente con la cuchara.
—No, para nada, pero cuéntanos de que se trata— dijo Aurora muy interesada, aunque no entiendo porque el interés si ellas ya tienen sus respectivos novios— Escucha Aliss, pon atención a esto, te va interesar— me jaloneo del hombro, para que me centrara en lo que Fernanda estaba a punto de revelar.
Ya sabía por dónde iba la cosa, mis amigas siempre se han preocupado por mí, ellas decían que merecía ser feliz, que debía arriesgarme y dejar de acomplejarme, pero a veces se pasaban, me presentaban amigos de sus novios o de ellas. No les voy a mentir diciendo que: "soy una mujer independiente, no necesito a un hombre a mi lado y mucho menos un romance en este momento", porque la verdad si necesitaba una relación, aunque fuera solo sexo, ya lo he dicho, uno también tiene sus necesidades.
—A ver Fernanda, cuéntanos que tiene de especial ese servicio de citas— dije poniendo los ojos en blanco, al ver la emoción de ambas.
—No es cualquier servicio de citas cariño— dijo Fernanda con vos melosa — son citas con final feliz.
Creo que todas sabemos a qué se refiere con final feliz, ambas rieron mirándome con malicia.
—Deberías intentarlo— me animo Aurora, dándome un pequeño empujón con su hombro.
—Y esperen que eso no es lo mejor, te dan como un menú de donde escoger, solo miren esos papacitos que aparecen aquí— Fernanda nos mostró su teléfono, en la aplicación se veían fotos de los chicos que brindaban el servicio, no se les miraba el rostro, aunque con lo que mostraban creo que la cara es lo de menos.
—¿Un menú? Ni que fueran comida— solté al fin y ambas volvieron a reir, enserio que mis amigas tienen una mente sucia, todo lo agarrar por otro lado.
—Es lo mismo, también se los van a comer. — dijo Aurora, con un movimiento de cejas.
—Ustedes dos no tienen remedio, y es ¿pagado?— le pregunte a Fernanda la experta, la verdad me llamo la atención.
—Obvio amiga, lo bueno se paga.
—¿Pero eso no es prostitución?
—Depende del punto de vista que lo quieras mirar, además si no quieres sexo, pues puedes solo tener la cena y ya, eso sí que sería un desperdicio porque el precio incluye todo, chico + cena + hotel, ahí de ti si no dejas terminar el servicio, y todo de lujo.
—Debe ser carísimo— dije observando las fotos que me mostraba Fernanda, el restaurante precioso y el hotel, mínimo cinco estrellas.
—Si algo, pero vale la pena.
—Por cierto, no te hemos dado tu regalo de cumpleaños — dijo Aurora mirando a Fernanda, está la miro devuelta con complicidad.
—¿Que están tramando usted dos?
—Luego te darás cuenta, aunque creo que ya tienes una idea.
— Pero eso tendrá que esperar, paso por ustedes a las 7:00 pm, estén listas. — Fernanda se levantó mirando su reloj— es tarde hay que volver al trabajo.
Aurora y yo nos pusimos de pie, pagamos la cuenta y salimos de aquel lugar, para volver a nuestros puestos de trabajo. Suspire, sentándome frente al computador, de verdad que tenía unas amigas únicas, algo locas, pero hacían mi vida un poco interesante, ahora, sé que es lo que traman, pero la pregunta es si me voy a animar, aunque no creo que a mis amigas les importe eso.
¡BUENAS!, espero les guste este nuevo capitulo, actualizare mas seguido, ya tengo alguito adelantado, muchas gracias por leerme. Cualquier duda, no duden en preguntar.
besos y abrazos !!!
One Soul ♥
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La Gorda Del GYM
Teen FictionLlene de aire mis pulmones, tratando de tomar el valor que aun me faltaba-tienes que hacerlo, es por salud, por tu propio bien- me repetía - tu puedes- seguía animándome internamente. Cuando puse mi primer pie dentro del Gym, cuando por fin me atrev...