¿Sera tan malo realmente sentir que alguien te complementa? ¿y si creemos en eso de la media naranja entonces por que rechazamos la ides de que alguien te complemente?, los seres humanos somos complicados por naturaleza, al punto que creemos, decimos o hacemos cosas que rayan en la hipocresía, pero así es todo esto, mientras tu seas feliz muchas personas te dirán que estas mal, que a lo que tú le dices felicidad en realidad es un espejismo y no estarán felices de verte feliz.
Así que yo estoy feliz, estos dos días a solas con Martin, <<cosa que ya extrañaba>>, podía atreverme a decir que fueron los días mas felices de mi vida, y créanme, en realidad no tengo muchos recuerdos felices de donde escoger, por ende, estaba determinada a seguir disfrutando de esta felicidad sin importar nada, ni cuanto durara, aunque esperaba que durara mucho, no soy creyente del “para siempre”, pero tengo la certeza de que está siendo la experiencia mas excitante de mi vida.
—El viernes habrá una fiesta en la empresa ¿quieres acompañarme amor? — aparco el auto frente a la puerta de mi casa.
—¿Sera una de esas fiestas elegantes? — odiaba ese tipo de fiesta, me hacen sentir incomoda, no encajo en ese ambiente tan refinado.
—Si, todo los años mi madre, si es que aun la puedo seguir llamando así — lo observe apretar la mandíbula cuando hablo de Teresa — organiza todos lo años esta fiesta con fines benéficos, el dinero que se recolecte en esta fiesta es donado a orfanatos y escuelas de zonas rurales, pero con mi madre ya no se sabe.
—Claro que te acompañaré amor— lo tome del mentón y deposite un pequeño beso en sus labios, sentí como su cuerpo tenso, se relajó.
—Gracias amor.
—Y con lo de los guarda espaldas — señale con la cabeza a un auto negro aparcado a pocos metros delante de mi casa — ¿no crees que estas exagerado?, estaré bien amor, no es necesario.
—Mi madre te tiene en la mira amor, no permitiré que te hagan daño, y como no quisiste venir a quedarte conmigo mientras tus padres están fuera, te tocara ser custodiada.
—Sabes que mis padres son conservadores y no me lo permitirían, así que toca amor, pero si te hace sentir más tranquilo, está bien, tus guaruras pueden quedarse.
—Si, me sentiré mas tranquilo sabiendo que no estas sola, cualquier cosa que pase me llamas, yo estaré muy al pendiente.
—Entendido — hice ademán de estar recibiendo una orden — ya, ve a descansar que tienes mucho trabajo pendiente amor y no quiero que estes cansado el día de mañana.
—¿Tengo que seguir contando la veces que escuche que me llames amor? — una sonrisa juguetona se dibujó en sus labios.
—¡Oye! No me presiones — reí — pero tratare de hacerlo más seguido.
Le di un ultimo beso y me despedí, bajé del carro, como pueden imaginar no se fue hasta estar seguro que estaba dentro de casa sana y salva.
Subí a mi cuarto y me tumbe en la cama, mi celular vibro dentro de mi bolso, me incorpore rápidamente y era un mensaje de Erick, informando que el plan se había adelantado, que expondría a Teresa y el hdp de su marido, el día de la fiesta de beneficencia, podía imaginar la vergüenza que pasara Teresa al ser expuesta frente a toda la elite de la ciudad, sin hablar de los años de cárcel que esos dos intentos de seres humanos tendrían que pagar, así aprenderían que jugar con la vida e integridad de las personas tiene consecuencias.
Me sentía realmente satisfecha, aunque no podía dejar de sentirme mal por Martin, a él le está tocando la peor parte en este proceso, tener que fingir ante su madre que todo esta bien para no levantar sospechas, y además tener que entregar a las autoridades a tu propia madre era algo muy difícil de sobre llevar.
Y dejando todo eso de lado, Martin se estaba preparando para tomar momentáneamente la presidencia de la empresa, era una decisión que el mismo había tomado, no me alegraba en lo absoluto, puesto que su sueño siempre fue dedicar su vida a la medicina, no a los números y negocio, por esa razón me tome el atrevimiento de hablar con Don Martin <<el suegro>> para hacerle saber mi inquietud, y espero que él se haga cargo, para que Martin pueda seguir con sus sueños.
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El día de la tan esperada fiesta había llegado, y Erick había conseguido la orden de aprensión en contra de Teresa y su marido, al parecer Erick estaba trabajando de la mano de la policía todo este tiempo, y parecía un sueño que el día de hoy acabaría todo este calvario.Les había pedido a mis padres que por su seguridad permanecieran en casa de mis abuelos, al principio no querían, pero al final accedieron, y les dije que luego les explicaría todo, que no se preocuparan, pues Martin estaba cuidando de mí.
Comencé arreglarme temprano, tenía que tratar de verme decente y elegante, por esa razón un día antes fui de compra, y me compré un vestido precioso, caro eso sí, me costó un ojo de la cara, jamás invertí tanto en un solo vestido, pero la ocasión lo ameritaba, “La Caida de Terrrrresa”, y hoy brindaríamos por que al fin el mayor obstáculo de nuestro amor, se iría tras las rejas un par de décadas o de por vida.
"Y me solté el cabello, me vestí de reina, me puse tacones" me sentía como en la canción de Gloria Trevi cada vez que me arreglaba de esta manera, así toda una diva con un vestido carisimo además unos tacones que apenas podía manejar, que si tengo suerte no me estamparé la cara contra el suelo, pero como mujer precavida vale por dos, llevo unas balerinas en mi bolso.
A los pocos minutos Martin paso por mi, la hora se acercaba y no les mentire, estaba nerviosa, esperaba que todo saliera bien.
— Estás hermosa, realmente hermosa — aún no me acostumbro, y no puedo evitar ponerme como tomate cuando Martin me hacía cumplidos.
— Gracias — no sabía que más decir o como reaccionar — Tu también te ves muy guapo con ese traje.
Salimos de mi casa, subimos al auto, la hora ya estaba avanzada así que debíamos apresurarnos.
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.El salón de fiesta de la empresa era enorme, un candelabro cómo sacado del siglo pasado, pero muy elegante adornaba el centro de dicho salón, la decoración era sobria y refinada, habían mesas colocadas estratégicamente, con unos centros de mesa que para cualquiera incluso para mí sería imposible resistirse (ya sabes el clásico centro de mesa que te quieres llevar a casa ¿O solo soy yo?)
— ¿Entramos? ¿Estás preparada? — me preguntó el elegante hombre vestido de traje y corbatín que estaba a mi lado, si exacto, ya saben quién es.
— Claro, ¿Y tú? — lo observé, mientras el mantenía la vista al frente.
— Si, llegó la hora — tomo mi mano y la apretó suavemente, pude sentir que a pesar de su semblante tan seguro, estaba nervioso.
— Entremos entonces.
Entramos y alguno que otro periodista nos rodeo, esto era incómodo, muy incómodo, Martin respondió algunas de sus preguntas, me presento como su novia, cosa que me hizo transpirar, por qué yo sabía que la familia de Martin era importante, pero ¿La prensa nacional?, Eso era demasiado, solo esperaba no salir en el diario o en las noticias.
Proseguimos luego nuestro camino, y lo primero que divise, fue la mirada de desaprobación de Teresa, se veía asqueada de verme al lado de su hijo, pero no le temía a ese demonio, así que le sostuve la mirada con la frente en alto, y me abrace a Martin, este paso su brazo al rededor de mi cintura, encaminandonos a la mesa donde se encontraba Don Martín y su esposa.
Mire al rededor y no ví a Erick por ningún lado, pero mi vista se detuvo en la entrada, no pude evitar sonreír, era Erick con Yessica, estaban tomados de la mano; Yessica se veía mucho mejor, la terapia le estaban ayudando mucho y eso que apenas llevaba un mes, traía un hermoso vestido rojo satinado, había ganado un poco de peso, pero aún le faltaba mucho camino que recorrer, es un proceso de sanación tanto física, mental y emocional, eso puede llevar mucho tiempo, es un proceso lento, pero se que Yessica lo lograr.
La vida le estaba dando una segunda oportunidad y podía entender por qué estaba aquí, para cerrar ciclos, enfrentando sus miedos, además presenciando la caída de sus verdugos, y no estaba sola, Erick, Martin y yo siempre estaríamos para apoyarla.
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La Gorda Del GYM
Novela JuvenilLlene de aire mis pulmones, tratando de tomar el valor que aun me faltaba-tienes que hacerlo, es por salud, por tu propio bien- me repetía - tu puedes- seguía animándome internamente. Cuando puse mi primer pie dentro del Gym, cuando por fin me atrev...