Sal en la herida...

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Llegue a mi casa y antes de entrar eche un vistazo a un carro negro que estaba aparcado justo a una cuadra de me mi casa, quería creer que era pura casualidad, haberlo visto en el mismo lugar, a la misma hora, más de cuatro días seguidos, porque observándolo bien ese no era el carro de Martin, muchas hipótesis pasaron por mi cabeza, pero termine restándole importancia.

Me tumbe en la cama, aun no me sacaba de la cabeza, "lo de hacer cumplir el contrato", busque en las gavetas de la mesita de noche que estaba junto a mi cama, y saque la copia del contrato que Martin me dio, y comencé a leerlo.

Y he ahí la cláusula que viole, "No enamorarme", maldita sea la rompí justo antes que venciera el contrato, y lo peor es que se lo confesé con ese "te amo" que le había dicho aquella vez.

Tire el maldito contrato al suelo, Martin solo quería su bendita indemnización, que era una suma que actualmente no podía cubrir, me estaba buscando por su cochina plata, estúpido de mi parte pensar que volvió porque en realidad le importaba.

Hundí la cara en la almohada, ahogando como siempre un grito de frustración, mi nivel de ingenuidad es realmente alto, y no por ignorancia, si no por que en verdad por un momento creí que esta vez sí era amor, cada día me convenzo más que el amor no fue echo para alguien como yo.

Me levante tarde aquella mañana, se me hizo tarde para ir al trabajo, corrí a la parada de auto bus, pero el maldito conductor me cerró la puerta en la cara, no sé si es que disfrutan dejándolo a uno en visto, por un piche segundo voy a llegar tarde a mi trabajo, bufe molesta mientras me sentaba en la banqueta, acaso este día seria uno de esos donde todo sale mal, mire el cielo y estaba nublado, todo indicaba que si sería uno de esos días.

Una camioneta blanca aparco frente a mí, mire de mala manera a la ventana del copiloto, los vidrios polarizados no dejaban ver quien la conducía, pero por si no se daba cuenta estaba aparcando en la parada de autobús y haría que el siguiente me dejara botada.

Cuando por fin bajaron el vidrio, pude divisar de quien se trataba, y sin que lo pudiera evitar una sonrisa se dibujó en mi rostro, el susodicho bajo de auto, camino hacia donde yo me encontraba, extendiéndome su mano.

— Te ha vuelto a dejar en visto— rio.

— Hola Erick — hice énfasis en un saludo que no recibí de su parte— pues aquí perdiendo la dignidad esperando otro. — ambos reímos.

— Sube yo te llevo — abrió la puerta del copiloto.

— Te vas a desviar del camino a tu trabajo, no quiero ser una molestia.

— Tú jamás serás una molestia para mí — lo dijo con una sonrisa sincera en su rostro y no pude reusarme más.

— Gracias — dije una vez dentro del auto.

— De nada— puso en marcha la camioneta— pero si quieres agradecerme, sal conmigo esta noche.

— Ya decía yo, nada es gratis en esta vida.

— Ya sabes, es el equilibrio de la vida, la ley de la equivalencia— me reí de su sabio comentario.

— ¿solo dime cuándo?

— No me digas donde

— Miraremos juntos el mismo horizonte

— Amo esa canción.

— Tenemos gustos similares, salgamos esta noche— propuso, y a decir verdad disfrutaba las salidas con Erick, eran divertidas, para nada incomodas, y a pesar del beso de aquella vez, que ninguno de los dos había mencionado hasta el momento.

— Esta noche no puedo lo siento— recordé que hoy sería la despedida de soltera de Fernanda y su novio — hoy es la despedida de soltera de mi amiga.

— ¡Ah! Cierto, me di cuenta, el idiota de Martin asistirá ¿cierto?

— Supongo — no sabía con certeza si asistiría, ya que últimamente no lo he visto, no por lo menos esta semana.

— Seguro que sí, hoy regresa de casa de su novia — se me olvidaba que Martin y Erick, eran hermanos, ( ya se lo que están pensando, que me estoy metiendo con un par de hermanos, pero no más bien eran hermanastros y vivían en casas separadas, el papá de Martin se casó con la mamá de Erick, pero convivieron muy poco)

— ¿Novia?— pregunte, mientras un zumbido ensordecedor que venía de no sé dónde, me hacía sentir mareada.

— Si, vive a unas horas de acá— si Erick supiera el daño que me estaba haciendo al contarme aquello, seguro no lo haría, porque él no sabía la clase de relación que yo mantuve con Martin.

— Vaya no sabía que tuviera una novia — dije con un inevitable tono de tristeza y decepción, hoy estaba más que segura que volvió por la indemnización del incumplimiento del contrato, y no porque yo le importara o algo asi.

— Muy pocos lo saben, sus ausencias ha sido por lo mismo— sus palabras eran como puñaladas directo al corazón— creo que la ama demasiado, para que regresara con ella.

— ¿regresaron hace poco?— como siempre la masoquista queriendo matar más su corazón y queriéndole echar mas sal en la herida.

— Si, hace más de dos meses— vaya sorpresa, que bien guardado se lo tenía, y era tan descarado en venir a mi otra vez, queriendo hablar conmigo, reclamándome como suya, enserio el cinismo de este hombre no tiene fronteras.

— Que bien, me alegra— mentí con dolor en el alma, porque no me alegraba, es más deseaba que se fuera al mismísimo infierno.

— A mí también, así se le quita lo loco y amargado, recuerdas ese día que loco se puso, creo que está obsesionado contigo, él y sus malditos traumas.

— Si lo recuerdo, decía cosas sin sentido.

— Bueno señorita llegamos a su destino— dijo aparcando frente al edificio, tenía 5 minutos para entrar.

— Muchas gracias por traerme— me acerque a él y bese su mejilla.

— De nada— acuno mis mejillas en sus manos y me beso en los labios, fue un beso dulce, inocente y suave, pero aun con todo no producía nada en mi interior.

— Nos vemos otro día— me aleje sutilmente, como si nada hubiera pasado— y otra vez gracias.

Baje del auto, me dirigí a la entrada del edificio, toque mis labios como un reflejo, esto no estaba bien, pero yo tampoco lo estaba.


Hola mis queridos lectores ¿como están?, espero que bien y juiciosos en casita.

Perdon por la tardanza, pero aqui esta ya un nuevo capitulo, espero que les guste, se que me tardo, pero es que aveces mi cabeza se llena de ideas que me cuesta organizar. 

Y les cuento que ya entre a trabajar de nuevo, y no había podido ni terminar, ni subir este capitulo, se me acabo la vida buena, pero seguiré escribiendo, esperen el próximo, espero los sorprenda.

Muchos besos y abrazos a la distancia !  One Soul ♥

Psdt. Gracias por su paciencia, sus votos y comentarios.

QUEDENSE EN CASA  ♥

La Gorda Del GYMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora