La Gorda Del GYM

Suave como algodón

Había sido una semana difícil, en cuanto a nuestra relación con Alisson, yo quería gritarlo a los cuatro vientos, mientras que ella decide mantenerla en secreto, y aunque sé que no tengo derecho, eso me ha tenido molesto y pensativo a la vez, porque me preocupa, no quiero volver a repetir la historia, enserio amaba a Alisson y me asustaba perderla si me descuidaba.

Hemos discutido y eso que apenas comenzamos, el tema principal, "Erick", y aunque Alisson se empeña en negarlo, estoy seguro que ese idiota quiere algo mas con ella que una simple "amistad", además de eso, aun la siento muy insegura, y la entiendo, pero realmente quería arrancarle esa inseguridad y presumir a la hermosa mujer que ahora tengo a mi lado, y que pienso sea así por el resto de mi vida.

Convencer a mis amigos que me ayudaran con esto fue muy difícil, y a sus amigas de guardar el secreto aún más difícil, tuve que ir donde ellas, y prácticamente, rogarles por su bendición, por un momento pensé que no lo lograría.

— ¿Y que te hace pensar que te ayudaremos? — dijo Aurora con  molestia.

— Yo se que no soy santo de su devoción — insistí — pero realmente necesito de su ayuda, para poder hacer lo que tengo planeado.

— ¿Qué es lo que tienes en mente ? — pregunto Fernanda, Aurora solo rodo los ojos y bufo molesta.

— Quiero llevarla a un viaje, quiero que ustedes y los chicos, vayan con nosotros, quiero que estén presentes.

— ¿Presentes en que? — me miro Aurora con desconfianza.

— Creo que ya te lo imaginas Aurora.

— ¿En realidad vas en serio? — en la mirada de Fernanda se reflejaba mas preocupación que desaprobación — por que si no estas al tanto, le hiciste mucho daño la ultima vez, no quiero ver a mi amiga sufriendo por un idiota otra vez.

— Y por si no captaste, con idiota se refería a ti — Aurora era un hueso duro de roer, pero comprendía su desconfianza y su desconformidad — yo pienso que Alisson merece alguien mejor.

— Y puede que tengas razón, estoy consiente que no merezco una mujer como Alisson, pero la amo, y no pienso dejarla ir esta vez, se que ustedes no están deacuerdo, pero espero que al igual que ella me den una oportunidad, o por lo menos el beneficio de la duda, prometo hacerla feliz, cuidarla, protegerla, no dejar que nadie la dañe mas y no volver a romperle el corazón.

— Muy bonito tu discurso, pero yo no me la trago, si hubieras visto como estaba Aliss, no quería ni hablar con nosotras, estaba devastada, y lo que es peor no sabíamos una mierda, por que la hiciste firmar un puto contrato de confidencialidad — mascullo Aurora con mas odio del que imagine.

— Cálmate Aurora ¿Qué te pasa? — Fernanda trataba de tranquilizarla.

— ¿A mi?, no ¿Qué le pasa a el? , piensa que es tan fácil, como venir y decir ayúdenme.

— Se que no es fácil, y que peco de imprudente pidiéndoles esto, pero por favor, necesito que confíen en mi, son las mejores amigas de la mujer que amo, ustedes estarán presente siempre, por eso les pido que hagamos las paces, se que me gane tu odio Aurora, y espero sinceramente algún día dejes de hacerlo.

— Bueno en lo que a mi concierne, tienes mi apoyo — dijo Fernanda con seriedad.

— ¡Fernanda! — dijo Aurora con incredulidad.

— ¿Que?, Alisson ama a este idiota... digo a Martin, solo nos queda apoyarla, a ella, no a él — me señalo — y estar ahí para lo que Alisson nos necesite.

— Sabes que estoy en desacuerdo, pero Fernanda tiene razón, solo déjame decirte un movimiento en falso, y ya te imaginas lo que tengo en mente — Aurora me daba un tanto de miedo, con razón Alberto estaba loco por ella.